El parque de la Coviem, al sur de Guayaquil, pasará a llamarse 'Los cuatro niños de Las Malvinas' en honor a Josué e Ismael Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina, quienes quedaron detenidos ilegalmente por una patrulla militar y semanas después sus cuerpos fueron hallados calcinados.
Familiares, organizaciones sociales y ciudadanía en general caminaron la tarde de este lunes 8 de diciembre desde la Casa Comunal del barrio Las Malvinas junto a fotos y carteles de las víctimas para exigir “justicia y verdad” tras cumplirse un año del crimen.
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Pasaron por las casas de cada uno de los menores de edad para simular el recorrido que hacían a diario.
Alrededor de las 17:00, llegaron al parque de la Coviem, en donde las víctimas jugaron fútbol antes de desaparecer. Billy Navarrete, director ejecutivo del CDH, resaltó la importancia de que el Municipio de Guayaquil haya renombrado al parque en honor a los cuatro niños de Las Malvinas.
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Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil, criticó la postura del Gobierno de Daniel Noboa, pues según su criterio, se utilizó “todo el aparataje estatal” en contra de las familias de las víctimas.
Por el contrario, el cabildo porteño entregó los videos de las cámaras de seguridad de la zona en donde fueron aprehendidos los cuatro menores de edad. “Sino nunca nos hubiéramos enterado de esto”, indicó el burgomaestre.
“Me duele muchísimo que no son solo Ismael, Josué, Nehemías y Steven. Ellos se hicieron mediáticos, hay más casos de los que nadie habla”, dijo Alvarez, quien pidió disculpas a las familias.
Agregó que si “desde el primer momento el primer mandatario hubiera pedido perdón y hubiera liderado la lucha por conocer la verdad, las cosas hubieran sido distintas, pero se hicieron los locos”.
Y solicitó a la jueza que lleva el caso que no se deje intimidar y si alguien trata de hacer algo en contra de la verdad, “que nos avisen porque vamos a salir a las calles”.
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Katty Bustos, madre de Josué e Ismael Arroyo, manifestó entre lágrimas que no solo le arrancaron una parte de ella, sino también le arrancaron “el alma y la vida”.
Mientras tanto, Johana Arboleda, madre de Nehemías, también pidió justicia. “Queremos saber por qué les hicieron eso a nuestros hijos”.