Según un estudio de la National Library of Medicine de Estados Unidos concluyó que la infidelidad tiene que ver con los genes, publica El Confidencial.
El medio narara que la investigación descubrió una variante genética que impacta a la hormona vasopresina que se cree está relacionada con los vínculos emocionales; y tiene poderosos efectos sobre los comportamientos sociales como la confianza, empatía y unión sexual.
El Confidencial cuenta que el Instituto Karolinska en Estocolmo, realizó un estudio en el que se analizó el ADN de 552 pares de mellizos, todos con hijos y en relaciones de larga duración, algunos convivintes y otros, casados.
Los científicos descubrieron que los hombres que tenían la versión de un gen (la variante 334) obtuvieron menos puntos de sus parejas en lo referente a la fortaleza de su relación. Otros mostraron menos probabilidades de estar casados. Y si lo estaban, tenían más probabilidades de haber experimentado problemas maritales por sus infidelidades.
Según los autores, los hombres que tenían dos copias de esa variante mostraron el doble de posibilidades de ser infieles.
La conclusión a la que llegaron es que el gen, que se encontró en 40% de los hombres, puede afectar la forma como el cerebro utiliza la vasopresina y se combina con la oxitocina.