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Lenín y Rafael, enemigos íntimos

A trinazo limpio, con y sin guante blanco, así fue la pugna entre el exmandatario, el presidente Moreno y un sector de asambleístas devotos de Correa. ¿Las razones? 

"Me gustas cuando callas porque estás como ausente"

"Pero sigo siendo el rey"

"Déjeme gobernar"

"Aunque esté en Bélgica seguiré tuiteando".

"Me dejaste la deuda de los chinos, pero al menos ahora se respira libertad".
 
Y así, el diálogo imaginario entre el presidente Lenín Moreno y el expresidente Rafael Correa pudiera extenderse por páginas, para continuar lo que comenzó como un intercambio de mensajes por Tweet (trinos), en víspera del viaje de Correa a Bélgica, el segundo  lunes de julio.
 
El infinito amor de los tiempos de  campaña –los más lejanos recuerdos se remontan a 2006, cuando Correa buscaba la Presidencia y Moreno era su binomio, y los más próximos a inicios de este año, cuando Correa buscaba que la Revolución Ciudadana fuera continuada por Moreno– se convirtió en una polémica amplificada por redes sociales. ¿Amor por interés, se acaba en un dos por tres? 
 
“No creo que la pugna fue planificada”, advierte el catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, César Montúfar. La controversia “Se dio por la transición entre el líder y el grupo saliente y los entrantes, pero el ingrediente adicional es la intolerancia de Correa”. 
 
El cruce de mensajes llegó hasta el ala gobiernista del bloque legislativo, donde los asambleístas fieles al correísmo empezaron a trinar en contra de las conversaciones entre el actual Mandatario y Dalo Bucaram: cuestionaron que el actual gobierno hubiera entrado en pactos. Así, se presagiaba una ruptura entre el Ejecutivo y parte de su bancada.
 
Vistazo analiza tres de las principales razones y los temas en disputa en su edición impresa de julio, ¡Ya en Circulación! 

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