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La insurrección de Boko Haram en tierras de un antiguo imperio islámico

Lagos (Nigeria).- Los territorios golpeados por los yihadistas de Boko Haram, al sur del lago Chad, albergaban antaño un imperio islámico poderoso y milenario al que los insurgentes nigerianos recurren para arrogarse una legitimidad histórica.

Según varios especialistas, esta filiación autoproclamada al prestigioso imperio de Kanem-Bornu no cala en la población local, víctima de las atrocidades a gran escala de los insurgentes.

Las fronteras del imperio Kanem-Bornu fluctuaron desde su emergencia en el siglo IX y su caída en los años 1890. En su apogeo, el reino englobaba el noreste de Nigeria y partes del actual Camerún, Chad y Níger.

Boko Haram, que afirma luchar por la creación de un Estado islámico en Nigeria, amplió sus ataques a Camerún y, en las últimas semanas, a Chad y a Níger.

Las poblaciones más afectadas por esta violencia son los kanuri, una etnia que dirigió el imperio de Kanem-Bornu.

En varias ocasiones, según los expertos, Boko Haram intentó justificar sus ataques a objetivos calificados de "no islámicos" alegando una pertenencia a este imperio precolonial que trascendía las fronteras delimitadas más tarde por los países europeos.

Esta referencia al imperio "no calará" entre los kanuri, víctimas de las matanzas y los secuestros de Boko Haram, estima el profesor Sidique Mohammed, de la universidad nigeriana Ahmadu Bello.

 

El 'gran imperio´

El imperio de Kanem-Bornu se impuso como un importante centro de estudios islámicos que atraía a visitantes árabes llegados de lejos, del otro lado del Sahel, recuerda Vincent Hiribarren, profesor del King's College de Londres.

"Es algo de lo que se sienten muy orgullosos" los kanuri,explica Hiribarren.

Otro motivo de orgullo es la independencia del reino frente al avance del califato vecino fundado por Osmán Dan Fodio, un imán, escritor y yihadista venerado del siglo XIX.

Dan Fodio creó uno de los mayores imperios de África Occidental, con sede en la ciudad de Sokoto. Conquistó el norte de Nigeria y territorios de los países vecinos. 

Pero las fuerzas imperiales, compuestas sobre todo por kanuris, le impidieron derrocar a Kanem-Bornu.

Según los expertos, esta lucha de poder todavía influye en las difíciles relaciones entre los kanuri y las otras dos etnias mayoritarias en el resto del norte de Nigeria: los hausa y los fulani.

Pese a que el líder de Boko Haram, que se cree que es kanuri, elogiaba a Dan Fodio en un vídeo difundido el 17 de febrero, según Hiribarren y otros expertos las referencias históricas del grupo se suelen centrar en el imperio de Kanem-Bornu.

El fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, ejecutado en 2009 por las fuerzas de seguridad nigerianas, invocaba el imperio en sus sermones para justificar su rechazo al Estado.

Para Hiribarren tratan de "reapropiarse de un pasado glorioso".

Buscan "una legitimidad histórica", explica Yan St-Pierre, analista de seguridad, para quien la insurrección registró un "declive ideológico" desde su creación en 2002 y el recurso a referencias históricas tiene, según él, un efecto limitado.

El movimiento reclutaba a su comienzo a habitantes enfadados con la sensación de abandono y sus condiciones de vida. Pero en los cinco últimos años se convirtió en una rebelión sangrienta que ataca a los civiles que se suponía que iba a defender e incluso utiliza a niñas para cometer atentados suicidas.

Además la idea de que quieren rehabilitar el imperio desaparecido no se sustenta con los hechos, puesto que el grupo ha intentado matar al heredero, Umar Garbai El Kanemi, actualmente a la cabeza del emirato de Borno 

Los ataques a Chad, Camerún y Níger tampoco tienen mucho que ver, según St-Pierre, con el imperio, sino con la intervención militar de estos países contra el grupo.

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