Internacional

La historia del "tatuador carnicero" que descuartizó a su clienta

La Policía española encontró en el pequeño departamento de Leonardo V. J. una cuerda con la que supuestamente asfixió a la joven de 18 años en el interior de su domicilio.
 
Tras el crimen, el arrestado de 27 años, descuartizó el cuerpo y avisó a una ex novia para que le ayudase a deshacerse de los restos. Se lo llama "El carnicero de Valdemoro", por la zona de Madrid en la que estaba ubicada su vivienda. 
 
Los agentes encontraron la cuerda en un registro reciente y creen que fue la que utilizó para acabar con su vida, ya que el informe forense ha determinado que la víctima presentaba unas marcas en el cuello similares a la de la soga hallada dentro de la vivienda unifamiliar donde vivia desde hace cinco años y que empleaba para su negocio clandestino de tatuajes.
 
Este objeto además era usado por el supuesto criminal para realizar juegos sexuales en la casa, según declararon varias de sus conocidas.
 
Aunque el hombre se negó a declarar ante el juez, sí explicó a los agentes tras su arresto que había asfixiado a la joven tras forcejear con ella porque se había reído de su acento. También llegó a decir a otro detenido que "tenía ganas de experimentar una muerte y ahora que lo he hecho no he sentido nada", según fuentes jurídicas.
 
Dentro de la vivienda, los especialistas de la Guardia Civil han encontrado también trazas de sangre que tratan ahora de analizar para ver si corresponden a las víctima mortal o a otras personas que pudieron pasar por la vivienda.
 
Según fotografías que Leonardo había distribuido en redes sociales, había numerosos objetos de temática satánica y de terror, como calaveras y caretas de Hannibal Lecter, carteles relacionados con el nazismo y armas como cuchillos, catanas y pistolas. En sus perfiles se apodaba así mismo como el carnicero tatuador, según publica diario El Mundo.
 
Leonardo, de nacionalidad colombiana, fue detenido el pasado 16 de octubre tras confesar el crimen a su expareja, quien lo delató. 
 
Ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza por un presunto delito de asesinato. Permanece ingresado en la enfermería de la cárcel de Valdemoro. En el centro penitenciario está acompañado por presos de confianza y no tiene contacto con ningún otro interno.
 
Fuentes jurídicas indicaron que a Leonardo se le ha tomado una muestra de cabello para averiguar si en los últimos meses había consumido algún tipo de estupefaciente o si se medicaba por una supuesta enfermedad mental de la que, según explicó, estaba diagnosticado.
 
El homicida habría aportado en el juzgado un documento médico que revela que había pasado por una clínica hace tiempo para ser tratado de una supuesta esquizofrenia, una enfermedad mental que ya dijo que padecía a los agentes que le detuvieron.
 
Con todo, el juez ha ordenado a un perito psiquiatra que evalúe al detenido para confirmar que sufre una enfermedad mental. El mismo día de su detención, los agentes no hallaron en la casa ningún medicamento para ese trastorno.
 
En cambio, sí había en el domicilio restos de cocaína.
 
Su ex pareja, Celia, fue encarcelada por un delito de encubrimiento, si bien el 30 de octubre el juzgado acordó su puesta en libertad ya que considera que no participó en el crimen. Esta mujer admitió que ayudó a Leonardo a comprar algunos artículos de limpieza como lejía para quitar los restos de sangre en el domicilio.
 
Celia volvió a reiterar que al llegar a la casa de Leonardo y ver el crimen que acababa de cometer se quedó bloqueada. Pensó que si no le hacía caso su vida corría peligro, ya que dos días antes le había denunciado por amenazarla de muerte.
 
Hizo varias fotos del cadáver desmembrado y horas después, acudió a un cuartel para delatarle. Los agentes llegaron a la casa de inmediato y se lo encontraron empujando un carrito con los restos.

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