Hombre no pudo cerrar por completo sus ojos durante años tras cirugía fallida para reducir sus "mejillas de hámster"
Broadhurst había estado inseguro de su apariencia desde que, en 1959, un problema dental le provocó el crecimiento de sus mejillas. Esta condición le llevó a tener problemas en sus relaciones amorosas, que lo instaron a someterse a un lifting de cuello, una blefaroplastia bajo sus ojos y una rinoplastia que ayudaría a reducir sus mejillas.
"Hace años tuve una relación con una mujer. Cuando me anuncio que me iba a dejar, le pregunté: '¿Por qué te vas cuando lo tenemos todo? Mira qué afortunados somos'. Y ella dijo: 'Vete a mirarte en el espejo, por eso me voy'", contó el hombre, que vive actualmente en Birmingham, con pesar a The Mirror.
La intervención, que se realizó en enero de 2019, costó 11.000 libras esterlinas (cerca de 14 mil dólares). Sin embargo, los resultados fueron desastrosos. A las pocas horas de haber sido dado de alta, Broadhurst notó que no podía cerrar los ojos.
"Parecía como si me hubieran dado una paliza. Fue horrible y no podía cerrar los ojos. El día después de la cirugía deseé no haber ido nunca", aseguró el pintor y decorador.
Los médicos le dijeron que se trataba de un efecto secundario temporal, pero el problema no se resolvió. Al no ser capaz de cerrar sus ojos por completo para parpadear o dormir, se formó una gran irritación alrededor de estos.
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"Le recetaron gotas para los ojos para tomar ocho veces al día y le dijeron que se envolviera los ojos en una toalla en el microondas para cuando duerma. Pero su visión era tan pobre que no podía conducir un coche ni distinguir las expresiones faciales de las personas", acotó The Mirror.
Finalmente, angustiado por no poder vivir con normalidad ni verse como se veía antes, Broadhurst se sometió a una segunda cirugía en Tailandia, que fue exitosa, pero llegó casi cuatro años después.
