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200.000 desplazados por nueva ola de violencia en R.D. Congo

viernes, 8 mayo 2020 - 06:51
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La República Democrática del Congo (RDC) experimenta una nueva ola de violencia en la provincia de Ituri (noreste del país), causada por enfrentamientos entre el Ejército y grupos rebeldes, que han obligado a 200.000 civiles a huir en los dos últimos meses.
 
En este mismo periodo, se ha registrado una media de medio centenar de ataques diarios contra la población civil.
 
Con estos nuevos episodios de desplazamiento, la RDC tiene un total de 5 millones de desplazados internos, de los cuales 1,2 millones se encuentran en Ituri, informó hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
 
Esta nueva crisis humanitaria ocurre en medio de la crisis mundial por la expansión de COVID-19, que ha dejado en la sombra los múltiples conflictos que continúan en África y entre los cuales el que sufre la RDC desde hace más de veinte años es uno de los más graves.
 
La misma región de Ituri ha sido además uno de los epicentros -junto con la provincia de Kivu Norte- de la última epidemia de ébola en este país, que está contenida, pero todavía representa una emergencia sanitaria internacional, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
 
Las tensiones han ido en aumento desde el pasado diciembre, cuando el Gobierno congolés lanzó un operación militar contra grupos armados que operan en la zona, los que en marzo iniciaron contraataques.
 
ACNUR señaló que en marzo y abril se registraron más de 3.000 violaciones graves de los derechos humanos en el territorio Djugu, mientras que los desplazaos han sido especialmente afectados por el repunte de violencia, con al menos 274 personas asesinadas con distintas armas, incluyendo machetes.
 
Además, 140 mujeres han sido violadas y 8.000 viviendas incendiadas en ataques, según el organismo de la ONU.
 
El cierre de caminos de acceso y la violencia están obstaculizando el acceso de la ayuda humanitaria, la que resulta más importante que nunca en vista de que la pandemia de COVID-19 ha hecho que muchos pierdan sus ingresos.
 
"El hambre también es un riesgo real debido al aumento del precio de los alimentos porque el abastecimiento es restringido", señaló ACNUR, y agregó que la escasa financiación de su trabajo en esa zona es otra amenaza.
 
De los 154 millones de dólares que ha pedido para sus operaciones de ayuda a desplazados y refugiados en esa región este año, el organismo ha recibido sólo el 18 %.

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