Corea del Sur trata de convencer a jóvenes para que dejen de encerrarse en sus hogares, con un bono mensual de casi 500 dólares
En Corea del Sur, miles de jóvenes de entre 19 a 24 años han tomado la decisión de aislarse en sus hogares por meses, negándose a establecer relaciones con personas, más allá de su núcleo familiar, y refugiándose su habitación, tan solo saliendo para comer.
El fenómeno, reflejado en cada vez más jóvenes adultos, ha generado una profunda preocupación en las autoridades del país asiático, puesto que las consecuencias del encierro masivo podrían traducirse en efectos socio-económicos sin precedentes.
Para enfrentar la problemática, el Ministerio de Familia e Igualdad de Género ha decidido conceder un pago mensual de 490 dólares a los hikikomori, término japonés para referirse a las personas afectadas por este problema psicopatológico.
De acuerdo a las autoridades, el pago se realiza en pos de aumentar la predisposición de los jóvenes en aislamiento para aventurarse a realizar distintas actividades, así como para aliviar el estrés que sentiría la mayoría por la búsqueda de independencia económica.
De acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Salud y Asuntos Sociales de Corea del Sur, 350 mil jóvenes entre los 19 y los 39 años se sienten solitarios y la gran mayoría pertenece a clases sociales con condiciones económicas desfavorables. Ambos fueron precisados como factores que influyen en la decisión del aislamiento.
“Comencé a vivir en reclusión, como una persona aletargada que duerme la mayor parte del tiempo o no tiene más remedio que comer cuando tiene hambre y volver a dormir”, contó uno de los hikikomori jóvenes entrevistados por el medio británico The Guardian.
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Descuentos en planes de gimnasio, asistencia económica en materiales escolares y la concesión de cirugías plásticas gratuitas para arreglar marcas de cicatrices son otras de las medidas que entrarán en vigencia para combatir la problemática.
"Las rígidas normas sociales, las altas expectativas de los padres y la cultura de la vergüenza hacen que la sociedad japonesa (lo cual se replicaría en la surcoreana) sea un calvo de cultivo de sentimientos de incompetencia y el deseo de que uno quiera esconderse del mundo", señaló Takahiro Kato, profesor de psiquiatría en la Universidad de Kyushu, en Japón, a la BBC.
Entretanto, el Gobierno surcoreano articula acciones en contra de los problemas que considera como catalizadores de este conducta, como la grave tasa de desempleo juvenil, la cual se halla en el 7.2 actualmente, y la baja tasa de natalidad, fijada en 0.78 hijos.
