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Independiente del Valle, a un paso de ser "adulto"

jueves, 14 julio 2016 - 03:05
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El conjunto de Sangolquí compite desde hace 10 años bajo un modelo de gestión empresarial, aunque ya en 2014 se convirtió en una entidad sin fines de lucro. Está en semifinales de la Copa Libertadores y lleva cinco temporadas seguidas como protagonista en el torneo local.

A Barcelona, Emelec, Liga de Quito y El Nacional los unen diversas coincidencias. Todos han levantado el título de campeón en Ecuador, cuentan (unos más, otros menos) con hinchadas que exigen resultados deportivos, y al menos en una oportunidad llegaron a la semifinal de la Copa Libertadores (Barcelona siete veces; Liga ganó el título en 2008).

Esas similitudes, en el caso de Independiente del Valle, se reducen solo a una. Sin título en la máxima categoría del fútbol ecuatoriano y con el apoyo de un pequeño grupo de seguidores, el conjunto que es de la ciudad de Sangolquí (provincia de Pichincha, a 25 minutos de Quito) igualó a Emelec y El Nacional al llegar a su primera semifinal de la Copa Libertadores.

En el camino dejó a Colo-Colo de Chile y River Plate de Argentina, clubes que fueron campeones de ese torneo. Pero más allá de eso, Independiente consiguió que sus hinchas (o simpatizantes) no solo sean ese pequeño grupo de siempre. Donar a los damnificados por el terremoto la recaudación de las taquillas contra River, Pumas de México, y ahora frente a Boca Juniors, su rival en semifinales, lo acercó a la gente. “Soy hincha del Aucas pero voy a apoyar al Independiente; hay que reconocer ese noble gesto”, menciona Gabriel Argüello, quiteño de 29 años.

El club fue fundado en 1958 por José Terán, un habitante de Sangolquí que era aficionado al fútbol. Por eso el nombre del equipo era Independiente José Terán hasta que, en 2006, se introdujo un enfoque empresarial en la institución.

La llegada de Michel Deller Klein, empresario vinculado al sector inmobiliario (accionista mayoritario del holding Montangello, formado por 14 firmas), planteó una hoja de ruta moderna en la organización. Junto a él se sumó Franklin Tello Núñez, actual presidente del club. Ambos son los rostros visibles del proyecto, al igual que Santiago Morales, quien es el gerente.

De la mano de Deller y Tello, en 2007, Independiente consiguió el ascenso a la Serie B, y dos años después lo hicieron a la máxima categoría del fútbol ecuatoriano.

FUNCIONAR COMO EMPRESA

En Ecuador, el fútbol está alejado de un real manejo empresarial. La estructura institucional, salvo excepciones, depende de la gestión y del involucramiento directo y diario de su Directorio. En el ámbito corporativo, esto no sucede. Por ende, cómo inició Independiente del Valle bajo la administración de Michel Deller y Franklin Tello revela cuáles eran sus verdaderas intenciones. En enero de 2008 crearon la compañía limitada Independiente del Valle Club Deportivo, dedicada a la promoción, administración y dirección de clubes deportivos. A través de ésta se manejó la operación del club por casi siete años, hasta que a finales de 2014 entró en un proceso de disolución, según información publicada en el portal de la Superintendencia de Compañías (SC).

Durante ese tiempo, Independiente facturó 31 millones de dólares aproximadamente. Los accionistas de esa compañía eran Deller (con un 99,8 por ciento); y la firma Int Food Services, propietaria de la marca KFC en el país y donde Franklin Tello, actual presidente del Independiente, funge como apoderado general.


La mayor inversión del club es en inferiores.
El club construyó un centro de entrenamiento
donde forman a sus talentos.

Parte de esos ingresos corresponden a las ventas de derechos deportivos y formativos de jugadores como Jefferson Montero, actual seleccionado nacional que traspasaron al Villarreal de España; Narciso Mina y José Ayoví, al Barcelona de Ecuador; Jonathan González, Júnior Sornoza y Fernando Guerrero, al fútbol mexicano; Daniel Angulo al Independiente Santa Fe de Colombia, entre otros más.

El proceso de disolución, que esperan terminar este año, derivó en que toda la operación de esa empresa se integre dentro de la gestión del Club Deportivo de Alto Rendimiento Independiente del Valle. Ésta es una entidad sin fines de lucro, según un reporte de auditoría. De esa forma puso en funcionamiento la estructura tradicional de los equipos ecuatorianos, aunque con un diferencial frente a otros: un “expertise” empresarial desarrollado por casi una década.

META TRAZADA

El desempeño económico va atado a su expectativa deportiva. Ya sea en su Complejo de Alto Rendimiento en Sangolquí, o en el estadio Rumiñahui, donde juega sus partidos como local, se puede leer en un letrero el lema “Futuro Campeón del Ecuador”. Esa confianza no es reciente, ya que en el club mantienen esa frase desde la llegada del directivo Michel Deller y compañía.

A pesar de estar en la semifinal de la Copa Libertadores, Independiente aún no obtiene un título nacional. Su mejor rendimiento fue en 2013 al quedar vicecampeón por detrás de Emelec. A eso se suman dos ocasiones en las que ha finalizado tercero.


El portero paraguayo-ecuatoriano Librado Azcona guía
al joven grupo de jugadores. Lleva 7 años en el club
y su futuro estaría en Argentina, luego de la Copa. 

Pero por encima de los éxitos destaca su regularidad. Después rozar el descenso durante sus primeras dos temporadas en la Primera División del fútbol ecuatoriano, encontró estabilidad en un personaje que impone esa misma característica. Y es que el rendimiento del club desde mediados de 2012 responde a la dirección técnica del uruguayo Pablo Repetto.

Aunque en julio próximo cumple 10 temporadas como entrenador, la llegada de Repetto a Sangolquí pasó desapercibida. En parte porque Independiente no era un equipo protagonista en el campeonato ecuatoriano hasta ese momento, y también por su trayectoria como entrenador. Apenas obtuvo el Torneo Apertura uruguayo con Defensor Sporting y un título de segunda división de ese país.

Con casi cuatro años en el país, el ‘charrúa’ llegó a sonar como posible entrenador para la Selección Nacional antes de la elección de Gustavo Quinteros; y a inicios de este año también recibió propuestas de importantes clubes del país.

Ese 58 por ciento de efectividad dirigiendo a un joven equipo de fútbol ha despertado admiración no solo en el país. “Creo que él transmite tranquilidad y equilibrio a su equipo; por lo menos en la cancha no parece desbordado”, indica Juan Pablo Méndez, periodista de Diario Olé de Argentina, quien presenció el partido en el que el club ecuatoriano eliminó a River, el último campeón del torneo. Así igualó lo hecho por Barcelona en 1992, cuando venció a quien había ganado la Libertadores el año anterior.

Por lo pronto, la próxima etapa del “adolescente” Independiente es la semifinal donde se topará con Boca Juniors, el segundo equipo del continente con más títulos de ese torneo, y el que más finales ha disputado junto a Peñarol de Uruguay. “Aunque el conjunto de Repetto es muy sólido en lo colectivo, no creo que pueda superar a Boca”, agrega Méndez.

Y si bien la historia de su rival reduce sus posibilidades, y además es el único de los cuatro clasificados a esa instancia que no ha ganado ese torneo ni ha sido campeón en su país, los chicos de Independiente se muestran rebeldes. Y si hay alguna duda, los hinchas de Colo-Colo, River Plate y Pumas pueden despejarlas.

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