Falleció a sus 77 años el músico humorista e intregrante de la mítica banda “Les Luthiers”, Marcos Mundstock, tras más de un año lidiando con un problema de salud “que se tornó irreversible” asegura un comunicado de la banda argentina en Facebook.
“De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia. Pero no hoy. Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre”, destaca el emotivo comunicado.
“Nos quedará el recuerdo de sus chistes cotidianos, rápidos y asombrosamente ingeniosos, listos para brindarnos una chispa de alegría en todo momento, en las buenas y en las malas.Nos quedarán tantas cosas de Marcos, que aún en medio de la tristeza y el dolor que estamos viviendo, no podemos dejar de agradecer a la vida, y de sentirnos privilegiados de haber recorrido con él todo este tramo del camino”, continúa la publicación acompañada de una fotografía de Marcos sobre el escenario, recitando ese preludio que abría con humor cada número artístico.
La biografía de un genio
Cuando en 1961 leyó en público por primera vez la biografía de Mastropiero -un personaje que había creado para entretener a amigos y conocidos del coro de la facultad de Ingeniería- Mundstock no sospechaba que estaba iniciando un ritual que se repetiría durante más de cuarenta años en los escenarios de 14 países.
Había llegado a Buenos Aires a los siete años desde Santa Fe, ciudad en la que sus padres, inmigrantes de la Galitzia polaca, se habían establecido. “Mis padres hablaban en yidish y yo fui varios años a un colegio yidish, el I. L. Peretz de la calle Boulogne Sur Mer. Allí, aparte de las clases, tuve varias hermosas experiencias como actor infantil”. “A mi papá, que era relojero, le encantaba escuchar los programas de radio de la colectividad italiana. Así conocí a tenores famosos, como Beniamino Gigli y Tito Schipa”, dice. “Escuchábamos canciones napolitanas, arias de ópera y también cantantes litúrgicos judíos que tenían voces maravillosas.”
Al terminar el colegio secundario en Buenos Aires, comenzó la carrera de Ingeniería (que abandonaría en tercer año) y estudió locución en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER). Simultáneamente, ingresó al coro de Ingeniería, donde conoció a Gerardo Masana y los futuros integrantes de Les Luthiers.
Luego de obtener su carnet de locutor, trabajó un tiempo en Radio Municipal. Tras el golpe militar de Onganía en 1966, se quedó sin trabajo. Al cobrar los meses que le adeudaban, se compró un piano y comenzó a tomar clases.
Poco después descubrió que no tenía la constancia y la paciencia necesarias para el piano. Decidió entonces seguir sólo con sus clases de canto.
El 2 de octubre de 1967, día del debut de Les Luthiers, se dio el gusto de imitar a los cantantes líricos que había admirado de chico al intepretar una versión libre de Mattinata, de Leoncavallo. De allí en más, intervendría en las parodias operísticas del conjunto.
En Les Luthiers pudo canalizar también su vocación por la escritura y el humor. Durante los primeros años del grupo escribió casi íntegramente los libretos de los espectáculos, y hasta el día de hoy las letras de muchas canciones y las historias de Johann Sebastian Mastropiero.
Como instrumentista ha tocado el gom-horn, una especie de trompeta hecha con una manguera y un embudo que intervino en varias obras musicales de Les Luthiers y en el hilarante y absurdo Recitado Gauchesco.
Paralelamente a Les Luthiers, trabajó como locutor de radio y comerciales de televisión y también de redactor publicitario. En 1974 hizo la voz en off de la película Quebracho, de Ricardo Wullicher.
En los años 90 incursionó en televisión. Interpretó a Dios y al Diablo en varios programas del capocómico Tato Bores y realizó una recordada serie de películas publicitarias para el diario La Nación. Entre 2003 y 2005 participó como actor en cuatro películas: Roma, No sos vos, soy yo, Cama adentro, y Torrente III. También interpretó a un grotesco criminal internacional en el programa televisivo Mosca & Smith.