Para empezar el año de la mejor manera, lo óptimo sería hacerlo con nuestras finanzas lo más saludables posible. Sí, todos estamos gastados, pero no hay nada peor que iniciar un nuevo año endeudados y estresados.
En Ecuador, específicamente, el 2017 llega con más preguntas que respuestas. Es año de elecciones y de cambio de Gobierno, lo cual crea incertidumbre. De manera que si algo debemos practicar en las fiestas de fin de año, en el tema financiero, es la cautela.
En este escenario de fin de ciclo y de cara a empezar 2017 con las cuentas en orden, hay varias recomendaciones sobre en qué conviene gastar hoy, en qué ahorrar, cómo invertir y qué tipo de deudas cancelar y cuáles pueden resultar un buen negocio.
1. Revisar las cuentas que dejó el año viejo
Lo primero y más importante es hacer un balance de nuestros ingresos y gastos durante el año que finalizó. Esto permitirá identificar la situación actual, es decir, cuál es nuestro nivel de endeudamiento, cuentas por pagar, ahorros, entre otros.
Este ejercicio puede resultar revelador, pues podríamos encontrar que terminamos el año sobre endeudados y sin ahorros, o con excedentes a los que debe buscar dónde invertir. Este ejercicio nos ayudará a tomar acciones para evitar que el nuevo añosea cuesta arriba.
2. Proyectar el nuevo año
Es ineludible el ejecutar un plan de acción para el año que empieza. ¿Por dónde empezar?
Debemos tener en cuenta todos nuestros ingresos del año (salarios, utilidades, bonos, ingresos extraordinarios, etc.) y los gastos del año, tanto los fundamentales (alimentación, servicios, transporte, deudas, salud, etc.), como los necesarios, (seguros, gastos de colegio, eventos familiares, reparaciones de hogar, vacaciones, diversión, etc.). Con este presupuesto es posible prever si tendremos un excedente para el año que comienza.
3. Plantearse objetivos concretos
Dependiendo de los resultados del paso anterior, lo siguiente es plantearse metas puntuales: como reducir el nivel de deuda, adquirir activos, disminuir el ritmo de gastos cambiando algunos hábitos de consumo, así como la posibilidad de evaluar mayores ingresos emprendiendo una idea o cambiando de trabajo. Una buena idea es escribir todas las metas y asignarles un orden de prioridad con base en lo realmente necesario.
4. Ejecutar el plan de acción
Una vez definidos nuestros objetivos, es el momento de planificar una estrategia para identificar si es posible o no cumplirlos. Para ello es necesario realizar los cálculos, así como identificar y comparar distintas opciones, buscar oportunidades y todas aquellas herramientas necesarias para cumplir la meta planteada. Si el objetivo es emprender un nuevo proyecto, es imprescindible un plan de negocios para ver la factibilidad del mismo; y buscar el capital semilla o financiamiento.
Si el objetivo es adquirir algún bien o activo, la atención debe centrarse en buscar las opciones que estén alineadas con nuestra capacidad de pago y las opciones de financiamiento.
Otra opción es reducir considerablemente nuestras deudas. Para esto es necesario programar un plan de ahorro mensual o buscar el refinanciamiento de la deuda con la institución acreedora.
Lo siguiente es ser disciplinado y no perder de vista las metas planteadas, ni desviar nuestra atención hacia tentaciones o malos hábitos financieros del pasado.