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DSK, el eterno culpable

miércoles, 9 diciembre 2015 - 03:28
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Fotos Reuters Entre la quiebra de su grupo financiero, el suicidio de su socio y los juicios por proxenetismo donde logró salir ileso, Dominique Strauss-Kahn (DSK) se refugió en Marruecos donde sigue haciendo negocios. “Hello Twitter, Jack is back”, bromeaba Dominique Strauss-Kahn el 21 de junio mientras inauguraba su cuenta de Twitter, nueve días después de salir absuelto de la acusación de proxenetismo en relación con las orgías con prostitutas cuando era director del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el famoso juicio del “Carlton de Lille”. Cinco horas más tarde DSK ya tenía 50 mil followers. Con este saludo enigmático los medios volvieron a hablar del “animal político” buscando analizar el misterioso tuit. ¿Hacía referencia a Jack Bauer de la serie “24”, a Jack “El Destripador”, DSK pretendía regresar a la política? Una “fantasía periodística”, según su biógrafo Michel Taubmann, que fue entrevistado por el diario Libération el 1 de julio para comentar un sondeo popular donde DSK resultaba como candidato preferido en las primarias socialistas con un 37 por ciento a favor. Parece mentira pero Strauss-Kahn sigue siendo respetado por sus escritos y su bagaje económico y político. Este verano el exdirector del FMI posteó dos textos denunciando el “diktat” del acuerdo concluido entre Grecia y sus acreedores pidiendo la eliminación de la deuda griega y 3,4 millones de usuarios lo leyeron. Desde que tuvo que dimitir de la dirección del FMI en 2011, DSK es consejero de diversos gobiernos extranjeros, especialmente de Sudán del Sur y Serbia. DSK con Aleksandar Vucic, viceprimer ministro serbio, el 17 de septiembre de 2013. SU BASE MARROQUÍ DSK ya no quiere saber nada de Francia. Su base está en Marruecos, en una villa lujosa ubicada a 15 kilómetros de Marrakech. Viaja constantemente a través del mundo dando conferencias para organismos privados, cuya tarifa oscila entre 50 mil y 150 mil euros la media hora (según la revista Capital de julio de 2014). Para facilitar algunos negocios mantiene una segunda residencia en Casablanca donde tiene la sede de su empresa Parnasse, creada en junio de 2013. ¿Por qué está en Marruecos? Primero, es el país donde nació hace 66 años y además era el candidato favorito de la dinastía “Alaouite” para las elecciones presidenciales galas de 2012. “L monarquía marroquí esperaba mucho de él y el rey Mohamed VI y Omar Kabbaj, expresidente del Banco Africano de Desarrollo (BAD), le hicieron bastantes donaciones para su campaña”, resalta Taubmann. Además su novia, Myriam L’Aouffir, nacida de la burguesía de Rabat trabajaba en la Embajada marroquí como encargada de Relaciones Exteriores, lo que permitió a DSK alargar su lista de contactos. Entre Marruecos y DSK hay una larga historia de amor. De familia acomodada, Strauss-Kahn nació en Neuilly-sur-Seine, elegante suburbio en las afueras de París pero “Domi” como lo apodan vivió hasta los 10 años en Agadir. Después del terremoto de 1960, la familia dejó Marruecos para ir a Mónaco y luego a París. Graduado en el Instituto de Estudios Políticos de París Sciences Po y doctor en Economía, se forjó una reputación como economista riguroso en sus primeros pasos profesionales como docente universitario. Fue precisamente durante su etapa como profesor cuando empezó a forjarse la fama de ‘Gran seductor’, como lo describió el semanario francés Le Journal du Dimanche. “Tenía un verdadero poder de atracción”, afirmó en declaraciones a The New York Times uno de sus exestudiantes, quien señaló que “había siempre hordas de chicas buscándolo después de las clases”. DSK conoció a su actual novia Myriam L’Aouffir (46), en 2007 cuando era casada y trabajaba en la Embajada de Marruecos. L’Aouffir se divorció en 2012 y oficializó su relación con Strauss-Kahn el año siguiente, durante el Festival de Cannes. DSK EN LSK Después de haber sido ministro de Economía y Finanzas a finales de los años 90, luego director general del FMI de 2007 a 2011, en 2013 fue nombrado presidente del Consejo de Administración del Grupo Anatevka, rebautizado “Leyne, Strauss-Kahn and Partners, Compagnie Financière” (LSK) para desarrollar una actividad de banco de negocios internacional. La sociedad contaba con un centenar de empleados repartidos entre Luxemburgo, Bélgica, Mónaco, Israel, Suiza y Rumania, varios de los cuales son notorios paraísos fiscales. El 13 de octubre de 2014 Thierry Leyne, asociado a DSK a la cabeza de LSK, se suicidó en Tel Aviv. A pocas horas de la muerte de su socio DSK –quien había abandonado la presidencia de LSK tres días antes del suicidio– declaró sin una gota de emoción: “Thierry había contraído una serie de préstamos excesivos”. Interrogado por la AFP sobre la presencia de dinero negro en algunas sociedades del grupo LSK, el antiguo jefe del FMI declaró que no sabía nada del tema. A inicios de noviembre de 2014, la sociedad LSK publicó un comunicado para anunciar que entraba en cesación de pagos y el siete de noviembre de 2014, el Tribunal de Comercio de Luxemburgo sentenció la quiebra de la sociedad. El proyecto principal de DSK y Leyne era lanzar el DSK Global Fund, un hedge fund fondo de inversión no regulado) que debía especular con divisas. Este fondo especulativo quería reunir 2.000 millones de dólares provenientes prioritariamente de los inversores de los países emergentes, incluida China. El caso de LSK & Partners es el primero que se alza contra Strauss-Kahn por malversación de fondos y se suma a la acusación de violación de una empleada del Sofitel en Nueva York y su juicio por participación en una red de prostitución. A pesar de todo DSK sigue de pie y vive como nabab en Marruecos donde todos lo conocen y nadie le reclama nada. Cuando viaja, unos militares lo acompañan hasta que se suba al avión. El rey Mohamed VI sabe cuidar a sus huéspedes de lujo… DSK DE PELÍCULA El año pasado el director Abel Ferrara presentó la película “Welcome to New York” donde el público pudo descubrir la verdadera personalidad de Strauss-Kahn a través de la actuación “al límite” de Gérard Depardieu . Entre orgías, relaciones sadomasoquistas y diálogos asquerosos, el filme dejó entrever lo que es DSK: un animal que consume a las mujeres sin respeto alguno y que habla de sexo con su propia hija como si fuera una prostituta. La película es tan mala como su protagonista.

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