Desde los fabricantes hasta las tiendas que comercializan bicicletas en el país han registrado aumento en sus operaciones debido al gran interés que generó la práctica del ciclismo, por la pandemia ocasionada por la covid-19.
En la página web de la tienda Marcimex hay 30 modelos disponibles de bicicletas, los precios van desde US$ 89 (para niños) y hasta US$ 2.300 (para adultos). También disponen de bicicletas eléctricas de la marca italiana Benelli.
Sus voceros afirman que las bicicletas están dentro del top 10 de productos más buscados en Marcimex.com, con un aumento en ventas de hasta 300% comparado con meses anteriores, pues “los usuarios están muy interesados en buscar alternativas de movilidad protegiendo su salud”.
Del lado de los fabricantes, la empresa cuencana del Grupo Ortiz, Ecuacyclo, también señala que en estos meses ha existido un aumento en la demanda de bicicletas, a punto de que su producción aumentó 30%, a 2.000 unidades mensuales.
Su marca propia es GTI, un modelo económico, con componentes medios los cuales permiten que sean más accesibles. Su precio va desde los US$ 135. Pero también distribuyen otras marcas a través de distribuidores y de las tiendas de retail del grupo, como Giant, Marin y Kawasaki. Sus competentes se importan desde Asia (Taiwán, Indonesia, China).
Pero este aumento en la demanda es propio de “la industria mundial, que ha hecho que los principales proveedores de componentes como Shimano tengan retraso en los despachos”, dice Andrés Tapia Ortíz, director de Desarrollo de Ecuacyclo.
A finales de julio, en Europa “se perdieron tres meses en la producción de piezas (entre los diferentes confinamientos), y las existencias se agotaron en sólo dos meses”, según dijo Moreno Fioravanti, secretario general de la Asociación Europea de Fabricantes de Bicicletas (EBMA) a la Agencia AFP.
La cadena de tiendas de artículos deportivos Decathlon señaló que en ese continente, la venta de bicicletas se multiplicó por dos o a veces por tres, mientras que en China, según el mismo vocero, la demanda se multiplicó por cinco tras el confinamiento.
Paralelamente, las ventas en línea en Estados Unidos alcanzaron un máximo histórico a mediados de mayo. El número de bicicletas vendidas fue más del 5.000% superior al de mediados de mayo de 2019.
En Ecuador, algunas empresas consideran la premisa de que todas las opciones que ofrezcan a los consumidores la posibilidad de movilizarse en medios diferentes al transporte público, tienen y seguirán teniendo un crecimiento alto.
En ese sentido, TIA revela que entre junio y julio incrementó la venta de scooters electrónicos, al menos 20% más que un mes normal, “dejándonos ver que los clientes están buscando una opción distinta y unipersonal de traslado, que guarde de alguna forma estos protocolos de distanciamiento social”.
Tendencia en aumento
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) indica que hasta 2017, tres de cada 10 hogares en Ecuador contaban con al menos una bicicleta. Este era el cuarto medio de transporte más usado después de los buses, caminar y los vehículos particulares.
Sin embargo, hasta ese año las últimas cifras oficiales detallaban que apenas el 1,42% de la población mayor a 5 años la usaba para trasladarse en su rutina diaria.
En concreto, que las personas de entre 45 y 64 años eran quienes más la utilizaban, mientras que los niños de 5 a 14 eran el grupo etario que menos la usaba.
Alberto Hidalgo, coordinador del movimiento ciclístico Masa Crítica, considera que esas cifras han cambiado considerablemente pues en los recorridos mensuales que realizan en Guayaquil, ahora se suman unas 700 personas cuando antes llegaban a 300.
Además señala que los más activos son los jóvenes entre 18 y 35 años, muchos de ellos considerados nuevos “biciusuarios”.
Daniel García, de 28 años comenta que en junio renovó su bicicleta para alcanzar recorridos de largo trayecto, incluso entre ciudades. La última vez que había utilizado una bici con frecuencia fue en 2015, pero entre sus ocupaciones cotidianas y la falta de mantenimiento quedó relegada para un “más adelante”.
Mario Pazmiño, representante en Ecuador de la marca estadounidense Trek, señala que las ventas de la bicicletas tienen un antes y un después. “Hoy en día hay consultas de modelos de bicicletas para niños de dos años, entonces se ve el interés de los padres por fomentar el ciclismo, aunque mayormente la tendencia de compra está entre los 15 y 40 años”.
Pazmiño dirige la tienda Bike House en Quito y a más de Trek vende otras marcas de accesorios para bicicletas como rodillos estáticos, portabicicletas o gafas de las marcas Saris, Bontrager, CycleOps, Tifosi, entre otras.
Para él, el ciclismo no pasará de moda porque se convertirá en un estilo de vida. “Además tiene la ventaja de ser un artículo que no se deteriora y cada vez hay más espacios para desarrollar la actividad”, dice tras haber convertido al ciclismo en una de sus pasiones desde hace 20 años.
Daniel García por su parte, no descarta la opción de convertir su “bici” en un medio de movilización. Incluso en el tiempo de confinamiento ya fue un par de veces al trabajo en bicicleta y en sus tiempos libres ha recorrido hasta 191 km (ida y vuelta a Playas desde Guayaquil) con un grupo de ciclistas que también surgió en medio de la pandemia y que no escatimarían recursos con tal de tener lo mejor para su movilidad sobre dos ruedas.