San Francisco y los milagros de Odebrecht
Redacción viernes, 20 enero 2017 - 05:53
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Fernando Luiz Ayres da Cunha Santos-Reis, un ex alto ejecutivo brasileño está hoy en manos de la justicia; firmó un pacto para delatar a quienes fueron parte de la red de sobornos a cambio de convenios a favor de la constructora Odebrecht.
Este andamiaje de coimas para conseguir contratos acaba de salir a la luz pública por documentos oficiales de Estados Unidos. “Entre 2007 y 2016, aproximadamente, Odebrecht provocó el pago de 33,5 millones de dólares en coimas y sobornos a oficiales gubernamentales ecuatorianos. Los beneficios para la empresa relacionados con estos pagos corruptos llegan a 116 millones de dólares”, dice el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Y especifica el caso del contrato que, entre 2007 y 2008, tuvo problemas técnicos.
El documento menciona que mediante arreglos con un “intermediario” que tenía “control sobre los contratos públicos” se solucionaron. Odebrecht es uno de los lados en el triángulo de la corrupción destapado en Brasil, que salpica a varios gobiernos de América Latina, Ecuador no es la excepción. Petrobras, de capital mayoritariamente estatal; y OAS, constructora de capitales privados, completan esta figura cuyas dimensiones empiezan a conocerse luego de la investigación Lava Jato. Santos-Reis vivió en Ecuador.
Fue representante de Odebrecht mientras Lucio Gutiérrez fue presidente. En 2006 se hizo cargo de la división ambiental. Tenía línea directa con Marcelo Bahia Odebrecht quien fuera el hombre fuerte de la empresa. Marcelo, hoy detenido, fue sentenciado a 19 años de cárcel por los delitos de corrupción. Santos-Reis asistió a reuniones entre ejecutivos y figuras del poder político, entre los años 2010 y 2011.
En los mensajes de celular de Marcelo Odebrecht se lo identifica con las siglas FR. Por esos años ocurrió la multiplicación de los contratos para la constructora en Ecuador. Esto, luego de que cayera en desgracia a fines de 2008, tras presentarse problemas técnicos en la recién inaugurada central hidroeléctrica San Francisco, que motivaron su expulsión.
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