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El Gobierno central y su campaña de inauguraciones

“En menos de dos meses se inauguraron escuelas, hospitales, centros de salud, centros de atención ciudadana, nuevas vías y otras obras de infraestructura para el servicio ciudadano. Desde enero, 39 modernas escuelas son parte de la Red Nacional de Educación. Solo en Esmeraldas y Manabí, la cifra es de 25 edificaciones entre Unidades Siglo XXI y Unidades del Milenio y las restantes en varias provincias del país”, se lee en una noticia publicada la víspera de las elecciones en la web de la Presidencia de la República. Durante los primeros 45 días del año, coincidiendo con la campaña electoral, al presidente Rafael Correa no se lo vio en la tarima junto al candidato Lenín Moreno y menos junto a su compañero de fórmula Jorge Glas. Sin embargo, sus jornadas fueron maratónicas, dentro y fuera del país. En la mayoría de los casos, el cemento dio sus frutos. La cosecha fue el domingo 19 de febrero.
 
 
Por San Valentín
 
Las inauguraciones fueron tantas que no pudo estar en todas por lo que algunas las hizo a control remoto. Casualidad o no, el Día de los Enamorados fue uno de los más especiales en cuanto a puesta en marcha de obras.
 
Ese día, la tarea se centró en Machala donde el plato fuerte fue la inauguración del Hospital General del IESS que costó 61 millones de dólares. Para el titular del IESS, Richard Espinosa, “es uno de los más modernos y equipados de Latinoamérica”. Al mismo tiempo el Mandatario inauguró por videoconferencia un hospital básico en Baños y una nueva área del Hospital Docente de Ambato, estos últimos en Tungurahua. Antes de dejar la capital orense, Correa recorrió y recordó que están próximos a concluirse en esa ciudad un parque urbano, un polideportivo y un coliseo. Al menos una de estas obras espera inaugurar él mismo en abril. En Machala funcionó: el candidato Moreno ganó con algo más del 42 por ciento. En Baños la victoria fue mínima. Mientras los ambateños optaron por Guillermo Lasso, quien sacó más de ocho puntos de ventaja sobre Moreno.
 
Si hace unos años lo emblemático eran las carreteras, esta vez, al parecer fueron los hospitales y centros médicos. Se inauguraron 18 entre grandes medianos y pequeños en tan solo 45 días. Quizá el más grande fue el Hospital del Guasmo de Guayaquil. Según el Primer Mandatario con 474 camas es actualmente el más grande del país. La inversión fue de 187 millones de dólares. De paso adelantó que este nuevo hospital pronto perderá el récord pues está casi listo otro en Monte Sinaí que tendrá 20 camas más de capacidad y que el Hospital Universitario también está siendo intervenido. Su discurso inaugural en el Guasmo empezó así: “Estamos en el Guayaquil popular, profundo, en ese Guayaquil que fue abandonado por las élites, pero al que siempre vinieron a pedirles el voto a cambio de migajas”. Un mes después el voto no se hizo esperar: en el Guasmo Sur, Lenín Moreno superó el 46 por ciento, mientras que en los alrededores de Monte Sinaí la marca alcanzó hasta el 52 por ciento. Adelantó que cuando en unos meses abra sus puertas el hospital del IESS en Los Ceibos, al norte de Guayaquil, la ciudad habrá sobrepasado la recomendación de la Organización Mundial de la Salud sobre número de camas por habitantes. Es decir que en el Puerto Principal ya hay más camas que enfermos, sin contar la infraestructura de las clínicas privadas.
 
 
Más complejos
 
Desde el 23 de enero y a un costo de 66 millones de dólares empezó a funcionar el Complejo Judicial Norte de Quito. La idea fue reemplazar al antiguo Palacio de Justicia que fue derrocado para ampliar el edificio de la Asamblea Nacional. El órgano legislativo abandonó la obra por falta de presupuesto. La nueva joya del Consejo de la Judicatura consta de 50 mil metros cuadrados de construcción donde funcionan servicios de justicia penal y civil. Algo similar se anunció para el sur de Quito. Otra novedad de este gobierno y que capta rápidamente la atención de los habitantes de ciudades medianas son los llamados Centros de Atención Ciudadana. El primero se lo construyó hace ya algunos años en Salinas y hasta contó con la presencia del presidente venezolano Hugo Chávez, durante la que fue su última visita al Ecuador.
 
Son edificios muy vistosos, donde se concentran todos los servicios públicos gubernamentales y algunos seccionales. El último día de campaña se inauguraron los dos últimos en Milagro y en Bahía de Caráquez. El de Milagro es el sexto y el primero estandarizado, es decir que los que a futuro se construyan serán gemelos. Aunque se lo ofreció para el primer trimestre de 2016, recién en los últimos 90 días se trabajó día y noche para que estuviera listo antes de los comicios.
 
El de Bahía, abierto por videoconferencia, ocupa el área donde antes del terremoto funcionaba la Terminal Terrestre. En ambos se invirtió más de 20 millones de dólares. Ya se anunciaron centros similares en Esmeraldas y Portoviejo. En Bahía el candidato de gobierno alcanzó el 54 por ciento, mientras que en Milagro algo más del 43. En este mismo tiempo de campaña, también se inauguraron 39 escuelas de la Red Nacional de Educación, las dos terceras partes en Manabí y Esmeraldas.
 
 
La otra cara

En cinco provincias del Oriente y en cinco de la Sierra ganó Guillermo Lasso con amplia ventaja sobre Lenín Moreno. La mayoría de ellas con amplia población indígena que se ha sentido maltratada por el régimen. De norte a sur, el declive comienza en Cotopaxi. Hace 10 años en esa provincia empezó la Revolución Ciudadana con una ceremonia en Zumbahua. Allí la gran líder fue y sigue siendo Lourdes Tibán quien ahora apoyaba al general Paco Moncayo. De hecho, es la única provincia donde Moncayo alcanzó el tercer puesto con 20 por ciento del electorado. Otro contrapeso allí fue la candidatura del coronel César Carrión, el vapuleado exdirector del hospital policial el 30S. Su partido, CREO alcanzó el primer lugar. La moderna autopista que atraviesa Cotopaxi al parecer no ayudó mucho.

Hacia el sur están Tungurahua y Bolívar. En esta última hay que recordar que fue el germen de la llamada Unidad, aunque el alcalde de Guaranda rápidamente se desembarcó. Bolívar siempre se ha sentido una provincia olvidada y en este gobierno no ha sido la excepción. En Tungurahua la influencia de líderes locales de centroderecha se mantuvo en estas elecciones. En Chimborazo las divisiones entre líderes indígenas y hasta una reivindicación territorial con Cañar que no habría recibido el apoyo de Carondelet, pasaron factura. Allí Lenín Moreno no llega al 30 por ciento, mientras Lasso pasó de los 40 puntos. Donde al parecer no funcionó el esquema clientelar fue en Loja. A fines de 2016, el gobierno invirtió tiempo y mucho dinero en dotar a la Centinela del Sur del más moderno teatro del país para convertirla en sede de un festival internacional de teatro.

Pero la prisión a una concejala y a un periodista por parte de un ofendido alcalde pasó factura al régimen que apoyó tácitamente esa medida extrema. El destino cruel que según denuncias se les daba a los perros callejeros fue la cereza del pastel. Las otras cinco están en el Oriente. Excepto en Sucumbíos donde hay hospital, hidroeléctrica y puentes nuevos, en las demás provincias perdió el candidato oficial. Las continuas disputas contra comunidades indígenas con intervención de la fuerza militar minaron los votos. La minería, la conservación del ambiente y la actividad petrolera llevaron al deterioro de la imagen gubernamental en Orellana, Morona Santiago y Zamora Chinchipe.

 
 

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