El gabinete del Ecuador del reencuentro
El país permanece expectante de saber cuál será el nuevo gabinete que acompañe al presidente electo durante los próximos 4 años, al vivir en una sociedad cada vez más digitalizada, los ciudadanos impacientemente han empezado a elucubrar, y claro, las redes han ayudado nuevamente a lo propio, facilitando la circulación de varias listas con posibles nombres, todas desmentidas por el equipo de transición.
Reconozco que mi intención era comentar sobre la lista oficial, pero toda vez que se anunció finalmente un último aplazamiento de la entrega de nombres hasta el día lunes 26 de abril de 2021, me permito solo reflexionar sobre cuales deberían ser los criterios de selección para tan complicada decisión.
Saquemos un primer elefante de la mesa, los perfiles deben ser afines al nuevo presidente y esto se entiende ya que deben ser personas de su absoluta confianza, ahora bien, cuidado confundir esto con compadrazgo o favoritismo político, porque lo que los ecuatorianos esperamos es que sean las personas más probas en sus respectivas ramas. En otras palabras, que sean sus hojas de vida las que hablen por ellos, de lo otro lamentablemente ya hemos tenido mucho.
La cuota política debe estar siempre presente en una democracia, hacia personas que hayan demostrado su aporte a la patria en el área de la cual se pedirá su vinculación. Bajo esta lógica, recordemos cómo nos fue cuando se pidió a un poeta que asuma el Ministerio de Defensa o al compadre sin más de un expresidente para que asuma un ministerio tan sensible como el manejo de las Relaciones Internacionales en Cancillería.
Tómese el tiempo que requiera Sr. presidente electo, escoja con calma y sabiduría, recuerde sus promesas de campaña y a los nombres que en su momento acuñó, permita que lleguen los mejores cuadros, los más preparados en su área de experticia por encima de cualquier presión que de seguro la tendrá.
