Alfredo Pinoargote

Mausoleo

El traslado del despacho presidencial de Carondelet a Epiclachima es una medida de seguridad antigolpista.

El traslado del despacho presidencial de Carondelet a Epiclachima es una medida de seguridad antigolpista. La experiencia de los últimos 40 años registra que solo dos presidentes sobrevivieron a sendos amagos de golpes de Estado, Guillermo Rodríguez Lara y Rafael Correa. Ambos salieron de Carondelet apenas tuvieron noticia o sospecha de que podría concretarse una intentona golpista. Rompiendo así la mediocre y majestuosa creencia de que, ante intentos desestabilizadores, había que permanecer en el palacio símbolo del poder. Bucaram, Mahuad y Gutiérrez cometieron ese craso error, de quedarse en esa trampa mortal.

La decisión presidencial es una medida política que supera tintes arquitectónicos o urbanísticos. Llama la atención que lo haga un presidente que precisamente va a concluir su período a duras penas con el tiempo justo para inaugurar el búnker de Epiclachima. Lo cual implicaría un rasgo de generosidad para sus sucesores, pues les deja listo un despacho antigolpes que es una de sus obsesiones. Y lo hace el Mandatario que más tiempo ha ejercido el poder presidencial de manera consecutiva en la historia republicana, superando a grandes figuras como García Moreno, Eloy Alfaro, Velasco Ibarra y los generales Juan José Flores y José María Urbina.

Pero como la República del Ecuador nació en mayo al separarse de la Gran Colombia y su signo zodiacal es Géminis, el de la doble cara, es inevitable ver el otro lado de la medalla. El de un presidente que podría ser reelegido consecutivamente y de manera indefinida, de por vida, de acuerdo a la reforma constitucional que plantea el bloque de asambleístas de Alianza PAIS sin consultarle al mandante soberano.

En esa perspectiva histórica Carondelet pasaría a ser un museo depositario de recuerdos del pasado mientras Epiclachima se levanta airoso cual monumental mausoleo del golpismo que le ha brindado al Ecuador una fructuosa colección de presidentes, encargados del poder, jefes supremos, presidentes inconstitucionales y juntas de gobierno. Pero el problema radica en que este mausoleo no solo sería para el golpismo recurrente sino por el contrario para la democracia, porque si se aprueba sin consultarle al soberano la reelección vitalicia de todos los cargos de elección popular habría un sarcófago especial para la democracia como régimen electivo, alternativo, responsable, y con separación de poderes. Sería el búnker de quien podría gobernar hasta su muerte si esa es su voluntad, con asambleístas, alcaldes y prefectos reeligiéndose a placer, sobre una coordinación estrecha de las funciones Ejecutiva, Legislativa, Judicial, Electoral y de Control ungidas por un solo jefe. Eso está por verse.

En todo caso, Epiclachima evoca al guerrero indígena que por encargo de su hermano Hualcopo Duchicela Shyri XIV enfrentó al conquistador inca Túpac Yupanqui, pero fue masacrado, mientras el rey Duchicela construía carreteras, puentes y almacenes, y formaba ejércitos. 

Más leídas
 
Lo más reciente