Arma la Navidad como una experta
Lograr una decoración navideña armónica en casa, que no solo luzca, sino que también se sienta bien hecha, no es cuestión de gastar más, sino de saber cómo hacerlo. Hoy te compartimos diez tips.
En una época en la que las tendencias cambian con alta frecuencia, es posible sentir la necesidad de tener una guía concreta y práctica sobre los pasos que debes seguir para revestir tu hogar de espíritu navideño. La diseñadora de interiores, Michelle Coronel, con 14 años de experiencia creando “espacios con arte, llenos de magia”, nos habla de esos consejos que hacen la diferencia entre una decoración que sólo está puesta y una que realmente luce.
1. Abre el árbol rama por rama (y con paciencia)
Para Michelle, el error más común no tiene que ver con los adornos, sino con la prisa. Un árbol bien abierto parece más frondoso y elegante, aunque no tenga tantos elementos. La apertura debe ser desde adentro hacia afuera, cuidando de bajar ramas sólo donde haya huecos y sin levantar las puntas hacia arriba, tratando de mantener un aspecto lo más natural posible. Este paso define el 50% del resultado final.
2. Coloca las luces desde adentro hacia afuera
Las luces no se ‘enredan’: se tejen, así lo afirma la decoradora. Se deben distribuir de arriba hacia abajo y siempre de adentro hacia afuera para que todo el árbol quede iluminado sin zonas apagadas. La cantidad de luces debe ser proporcional al tamaño. “Un árbol de 2,10 m de alto necesita por lo menos 1.200 luces”, explica Michelle, quien recomienda usar luces LED cálidas para crear visualmente un ambiente más acogedor en la sala de la casa y que resulten mejores las fotografías.
3. Elige una paleta de hasta tres colores
Los árboles saturados suelen fallar por exceso cromático. La experta en diseño de interiores propone limitarse a máximo tres tonos. Entre las combinaciones más seguras nos habla de: rojo–dorado–verde (un clásico de la época que no pasa de moda), plateado–azul–blanco (evoca elegancia), dorado–champagne (refleja modernidad) o rojo–blanco (nos traslada directo al Polo Norte). Y aquí es importante aclarar que cuando se trata de espacios pequeños, la mejor opción será siempre las combinaciones entre colores neutros como blanco, champagne o cobre, porque visualmente amplifican el efecto de la decoración.
4. Usa cintas para ‘vestir’ el árbol, aún con pocos adornos
La cinta es el recurso más costo-efectivo cuando no se tiene gran cantidad de ornamentos. Su aporte en la decoración es determinante, pues rellena huecos, aporta textura y prácticamente ‘viste’ el árbol, asegura la experta. Bien sean colocadas en ondas o diagonales, son un elemento que logra generar ritmo visual. “Un árbol con pocos adornos, pero con cintas bien colocadas puede verse muy elegante y armonioso”, afirma la diseñadora.
5. Mezclar tamaños de adornos para equilibrar volúmenes
El equilibrio debe ser por proporción. Michelle recomienda combinar adornos grandes, medianos y pequeños. Los más pequeños deben ubicarse en la parte superior, medianos en el centro y los grandes en la parte baja. La mezcla puede incluir flores, estrellas, esferas, letreros o peluches, siempre cuidando el peso para no deformar las ramas ni perder estabilidad.
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6. No descuidar ni la punta ni la base
La punta no se sobrecarga, este es un concepto que debemos tener claro. La punta debe dar altura visual, no peso. Puede ser la tradicional estrella o ramas y espigas modernas, todo depende del estilo que escojas. La base tampoco puede quedar desnuda. Puedes optar por un pie de árbol, cesta o adornos bajos que terminen la escena y le den ese toque complementario al árbol. “El cierre inferior hace que el árbol no quede flotando visualmente”, explica.
7. Seleccionar un único foco protagonista en espacios pequeños
En casas con pocos metros de altura o luz limitada, lo más inteligente es no hacer que el árbol compita visualmente con otros elementos. La diseñadora aconseja ubicar el árbol en una esquina o pared, pero nunca en el centro, y despejar su entorno para que sea el protagonista. Además, nos da un tip adicional. Para lograr la sensación de un lugar amplio, recomienda que se utilicen solo tonos neutros, brillo sutil, y cero luces multicolor. Un estilo minimalista bien hecho resulta en un ambiente de lujo con calma.
8. Definir un orden de acción para evitar caos
Antes de empezar a decorar, la experta recomienda seguir los siguientes pasos. Primero se limpia y despeja el área donde irá el árbol, retirando muebles u objetos que estorben. Luego se abren ramas, se colocan luces, y solo entonces se interviene con cintas y ornamentos según la cantidad disponible. Tener todo a mano (extensiones, tijeras, alambres, etc.), es una gran ventaja, pues ahorra errores y estrés en el proceso de montaje.
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9. Anclar la decoración a las emociones: sonidos, aromas y memorias
Para que no sea solo ‘bonito’, Michelle propone involucrar los sentidos y parte de la biografía familiar: música navideña al decorar, velas en mesas cercanas, fotos familiares, adornos con nombres (incluso de mascotas), piezas heredadas o recuerdos. “Estos elementos decorativos, como velas, texturas, detalles con fotos familiares, son muy significativos y más que hacer linda la decoración, ayudan a que tenga un significado emocional importante”, añade.
10. Evolucionar sin perder tradición
No hay que cambiar todo cada año. La tendencia actual privilegia adornos grandes, cintas como elemento básico y paletas modernas (champagne, azul, madera, negro, violeta vintage). Michelle sugiere actualizar anualmente el inventario navideño sumando piezas clave como piñones, ramas de textura, esferas XL, sin eliminar lo heredado. Por ejemplo, la estrella en la punta, aunque esté ‘compitiendo’ con nuevas tendencias, se mantiene como la opción más escogida por su significado: guió a los Reyes al pesebre. La tradición más firme no está en el objeto, sino en la escena que reúne a la familia alrededor del árbol.
Al final, decorar no debe ser un acto técnico, sino un ritual anual cargado de intención. Con criterio (paleta, proporciones, orden) y con emoción (música, memoria, familia), la Navidad en casa deja de ser una acumulación de adornos para convertirse en un espacio que abraza. “Finalmente, lo que yo creo que nunca va a pasar de moda y que siempre va a ser una tradición es ese chocolatito caliente, ese pancito de Pascua compartido alrededor del árbol con toda la familia. La unión familiar que realmente representa la Navidad, el significado de que nació el niño Dios y ese árbol que da mucha alegría a la casa”.
