Después de luchar seis años contra el prejuicio en uno de los países más conservadores de América Latina, una pareja de inglesas logró inscribir legalmente en Ecuador a sus dos hijos con los apellidos de ambas.
Helen Bicknell y Nicola Rothon no paran de sonreír. Finalmente, sus pequeños Satya, de seis años, y Arundel, de 2, ya tienen los documentos que los identifican plenamente como hijos de una unión de lesbianas.
En las cédulas de Satya y Arundel, se lee "Padre: xxx" y en seguida aparecen los nombres de las mujeres en el espacio tradicionalmente reservado al dato de la madre.
"¡Por fin!", exclama Bicknell al abandonar este jueves la oficina del Registro Civil en Quito. Fue allí mismo donde hace seis años y medio les negaron la inscripción de Satya.
Entonces estas mujeres de 40 años iniciaron la batalla legal por el reconocimiento de Satya y su hermano, concebidos mediante inseminación artificial.
Bicknell recuerda sin resentimiento el trato que recibió en 2012 por los funcionarios de Ecuador, un país donde no está permitido el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
"Ese día que vinimos con la Satya en brazos, chiquitita, y nos negaron todo y nos mandaron (fuera), y hoy no podrían tratarnos mejor. ¡La actitud ha cambiado!", dice a la prensa.
Un fallo emitido en mayo por la Corte Constitucional obligó al Registro Civil a disculparse con la familia e inscribir a Satya como ecuatoriana.
La corte asumió el caso tras la negativa de los jueces a fallar a favor de la pareja.
En sus disculpas públicas, difundidas en la página web, el Registro Civil "reconoce la vulneración a los derechos constitucionales" de Satya, "en especial, el derecho a que se reconozca su nacionalidad ecuatoriana por el solo hecho de haber nacido en Ecuador".
La disposición de la corte fue extendida al segundo hijo de la pareja, quien nació en 2015 y entonces tampoco pudo ser inscrito.