El ayuno religioso se retrasa un día en Marruecos, mientras en España lo siguen 1,9 millones
Las horas de abstinencia entre el alba y el ocaso -en las que no se puede comer, beber ni fumar- obligan a adaptar durante todo un mes horarios de trabajo, cambiar fechas de exámenes, modificar citas profesionales, y sobre todo alteran por completo el ritmo cotidiano de cada persona, concentrando en la noche todas las actividades.