Avances hacia sistemas de iluminación más eficiente
La iluminación juega un papel fundamental en nuestra vida diaria. En áreas públicas, en empresas y en el hogar, es esencial para cuidar de la salud, aumentar la productividad, mejorar la estética y desarrollar las actividades cotidianas.
Según cifras del Banco Central, en 2021, Ecuador importó un total de 3.358 toneladas métricas de lámparas y tubos eléctricos de incandescencia o de descarga, incluidos los faros o unidades sellados (producen luz más blanca) y las lámparas y tubos de rayos ultravioletas o infrarrojos; lámparas de arco; lámparas y tubos de diodos emisores de luz (LED). Esto significó un valor de 34,3 millones de dólares.
El año pasado, por estos mismos rubros, se importó un total de 3.523 toneladas métricas, que representaron 33,8 millones de dólares, lo que demuestra que la demanda de luminarias en volumen va en aumento en el Ecuador, y que la apuesta continúa siendo hacia la tecnología LED tanto en iluminación industrial como residencial.
Las empresas dedicadas a este segmento como Marriott dan cuenta de que a diciembre del año pasado la mayor demanda estaba dada por luminarias de sodio de alta presión, mientras que hoy la preferencia es por luminarias LED. Esto se debe a un menor consumo energético, mayor duración y menos contaminación porque no contienen mercurio.
Actualmente, la mayoría de residencias usan toda la línea de paneles LED, dado que en los proyectos inmobiliarios se usa cielo falso.
Otra demanda es la iluminación industrial que emplea luces brillantes, uniformes, y se destaca por ser energéticamente eficiente, para lo cual usa tecnologías y equipos de iluminación de alta eficiencia, como lámparas LED y sistemas de control de iluminación inteligente.
Valery Radicke, jefa del Departamento de Diseño y Proyectos de Marriott, afirma que en la iluminación residencial, hay una creciente demanda en tecnologías con opciones de regulación de intensidad y temperatura de color, lo que permite crear ambientes versátiles y eficientes energéticamente.
“Varias empresas realizan el recambio de las luminarias tradicionales por LED, y a nivel de alumbrado público poco a poco empresas eléctricas y municipios están dejando la de sodio por LED también”, asegura Diana Real, gerente comercial y marketing de Sylvania Ecuador.
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En el contexto de COVID-19 se demostró que la radiación UV-C (un tipo de rayo ultravioleta) ayuda a la limpieza del área de cuidados intensivos, salas de medicina general y habitaciones en hospitales y centros médicos.
Sylvania puso en venta las lámparas germicidas, esto debido a que la generación artificial de radiaciones UV-C se logra mediante la utilización de una lámpara de cuarzo que contiene mercurio.
Cuando se genera una corriente eléctrica se produce una ionización provocando que los átomos incrementen sustancialmente su energía. La luz que se produce por medio de estos átomos provoca la acción germicida, eliminando los microorganismos a través del daño de su ADN.
Esta luz ultravioleta al estar expuesta al sol ayuda a la eliminación de gérmenes, bacterias y hongos en un proceso natural de desinfección.
“La iluminación de alta potencia y sistemas de control inteligente son esenciales en la industria, con el fin de optimizar la luz natural y que el consumo sea más eficiente”, manifiesta Valery Radicke.
Otras luminarias solicitadas en el mercado son las resistentes a explosiones, salinidad, bajas temperaturas. Para este tipo de aplicaciones, es esencial exigir mayores horas de vida útil y certificación mediante pruebas de laboratorios externos.
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En cuanto al alumbrado público, Radicke afirma que este año las luminarias con mayor demanda son las de temperatura de color de 4.000K –luz neutral-, las cuales son telegestionables, es decir, que se controlan a distancia mediante un sistema de telegestión que monitoriza el estado de la luminaria.
En un contexto general, se espera el crecimiento continuo del mercado de luminarias a nivel global, impulsado por el aumento de la población, la rápida urbanización residencial y la ejecución de los proyectos de infraestructura.
En el 2022, el mercado mundial de iluminación alcanzó un valor aproximado de 120.000 millones de dólares, y se espera que llegue hasta los 183 mil millones de dólares para el 2028.
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