El domingo 14 de junio, desde las 18h00, la Selección de Ecuador se medirá a la de Costa de Marfil, en su debut mundialista 2026. Un partido que se jugará en Filadelfia, en el estadio Lincoln Financia Field, con capacidad para casi 68 mil espectadores.
Será la segunda ocasión que Ecuador enfrentará a un equipo africano en una Copa del Mundo. Antes jugó contra Senegal, en Catar 2022, con derrota dos por uno, lo que provocó la eliminación de la 'tricolor'.
Costa de Marfil es la última campeona de la Copa Africana de Naciones (equivalente a la Copa América). Ese título, obtenido en 2024, fue el tercero en su historia.
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Es un equipo que vive un período de tránsito. Tiene historia, talento natural y expectativa continental de hacer mejores presentaciones en los mundiales, pero que en los últimos años ha tenido altibajos. El fútbol marfileño siempre se ha apoyado en su potencia física, su velocidad por las bandas y su exuberancia ofensiva, pero esto no siempre le ha bastado. Actualmente intenta combinar ese vértigo propio de sus jugadores, veloces y potentes, con un rigor defensivo que le permita competir al más alto nivel.
Atrás quedó la generación de oro marfileña. Didier Drogba, Didier Zokora, Kolo Touré, Yaya Touré, Salomon Kalou, Gervinho, entre otros futbolistas destacados en Europa, son parte de esa historia negativa de esta Selección en los mundiales, aunque tampoco es menos cierto que los sorteos nunca lo acompañaron.
Su primera participación fue en Alemania 2006, quizá con su mejor plantel, pero en un grupo donde cayeron frente a Argentina y Países Bajos; solo derrotó a Serbia y Montenegro. Cuatro años después fue al mundial en Sudáfrica y pese a finalizar con cuatro puntos (empate con Portugal, victoria ante Corea del Norte y derrota frente a Brasil), no alcanzó los octavos de final.
Finalmente en Brasil 2014, el conjunto africano venció en su debut ante Japón, pero luego caería ante Colombia y Grecia, quien en el último minuto eliminó a "Los Elefantes", como se conoce a las selecciones de ese país.
El partido ante Ecuador será el cuarto en una Copa del Mundo frente a una selección sudamericana. El saldo, hasta ahora, fueron tres derrotas, siete goles en contra y tres a favor.
Pese a ese historial en mundiales, a nivel continental, en África, Costa de Marfil es una de sus máximas potencias futbolísticas. En la última década ganó dos copas africanas.
El estilo de Costa de Marfil intenta fundar sus raíces en la verticalidad. Juega con salidas directas, transiciones rápidas, velocidad por las bandas y ataques con pocos toques. La idea es aprovechar la potencia física y la explosividad individual para desequilibrar a defensas lentas o desordenadas.
En partidos donde impone su ritmo, el esquema puede mostrar un 4-3-3 o un 4-2-3-1, con extremos veloces, mediapuntas que rompen líneas y un delantero capaz de pelear entre centrales.
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Los laterales avanzan con frecuencia hasta zona ofensiva, apoyando los desbordes. Pero esa apuesta tiene costos: la línea defensiva queda expuesta en transiciones si los laterales suben demasiado, y el mediocampo corre riesgo de quedar superado en partidos de mucho control posicional.
Esa vulnerabilidad defensiva se traduce en su talón de Aquiles: ante rivales disciplinados, capaces de neutralizar la velocidad y forzar juego pausado, Costa de Marfil pierde fluidez, se vuelve previsible y suele sufrir atrás.
Lo intenta compensar con zona de volantes batalladora, con hombres fuertes como Franc Kessié, Seko Fofana y Ibrahim Sangaré, éste último una de las figuras del Nottingham Forest de la Liga Premier de Inglaterra y el de mayor traslado de balón. Si bien no se trata de un mediocampo con mucha posesión, ya que busca conectar rápido con los hombres ofensivos de forma directa.
Justo el ataque es uno de los pilares de este equipo, sobre todo por la velocidad de sus hombres en banda. Amad Diallo, figura del Manchester United inglés; Yan Diomande, extremo relevación de la liga alemana con el RB Leipzig; y Jean-Philippe Krasso, puntero del París FC de la liga francesa, son sus tres mejores cartas de presentación.
A ellos se suman, ya como centrodelanteros, el más experimentado es Sebastián Haller, en su momento figura del fútbol holandés, quien luego atravesó un tratamiento por cáncer testicular y esto provocó que nunca más recuperara su máximo nivel. Pese a eso, es habitual en las convocatorias.
Este roce internacional es el que pone a Costa de Marfil como un rival duro para la 'tricolor'. Todo el plantel que irá al mundial 2026 juega en Europa, sobre todo en las ligas más competitivas del mundo: Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia.
Como dato adicional, este año Costa de Marfil enfrentó a dos selecciones con las que Ecuador jugó hace poco: Canadá y Nueva Zelanda. Con los norteamericanos empató sin goles (igual que Ecuador), pero cayó uno a cero ante Nueva Zelanda (la 'tricolor' ganó dos a cero).