El zoológico confirmó su fallecimiento el 20 de noviembre de 2025. Fue una de las tortugas de Galápagos más longevas bajo cuidado humano y un símbolo global de conservación.
Este hecho es inusual, puesto que las madres de los polluelos viven en cautiverio con otros machos y se habían reproducido de forma sexual en otras ocasiones.