Antes del amanecer del miércoles, la tensión se había instalado en los alrededores de la residencia del presidente surcoreano que contaba con un buen séquito de seguidores dispuestos a protegerlo.
La presidencia de Yoon quedó muy debilitada desde que el opositor Partido Democrático ganase las elecciones legislativas el pasado abril y desde entonces su Gobierno no ha podido sacar adelante las leyes que se había propuesto.