Mientras Ecuador ha adoptado una postura abierta a reconciliación, México insiste con con la búsqueda de sanciones con base a la irrupción, que consideran como una "invasión".
México otorgó asilo político a Jorge Glas el 4 de abril pasado, y a la noche siguiente, el Gobierno ecuatoriano irrumpió en la embajada mexicana en Quito para aprehenderlo.
Para Ecuador resulta "jurídicamente evidente que no es lícita la concesión de asilo diplomático" a Glas, quien tiene pendiente de terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel.
En un comunicado se solicita que se que se otorgue el salvoconducto y sea trasladado a un lugar seguro, “en atención al crítico estado de salud que reporta”.
El presidente Daniel Noboa aprovechó el empate de Ecuador ante México en la Copa América para fustigar al exmandatario Rafael Correa, con quien tiene un fuerte pulso político.