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Un "rey católico" en tierra protestante

jueves, 19 noviembre 2015 - 11:22
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"¿El papa?", "¿el papa qué?", "¿y cuándo viene?", se preguntan muchos en la capital de Kenia, un país de mayoría protestante y con un solo líder mundial en su corazón —el presidente de EE.UU., Barack Obama— que vive casi ajeno a la inminente visita del papa Francisco..
 
El pontífice aterrizará el próximo día 25 en un país muy religioso, que cada mañana se levanta con rezos y los domingos se viste de gala para celebrar las misas, más cercanas al luteranismo que a la tradición apostólica.
 
Según datos del Arzobispado, 14 millones de kenianos —un 33 por ciento de la población— profesa la religión católica. El resto se divide entre un 45% de protestantes, un 10% de musulmanes y otras confesiones minoritarias.
 
Esta vez, parece que el santo padre no suscitará el fervor popular que recibe en otros lugares del mundo.
 
"A mí el papa no me representa, para nosotros la figura que tiene valor es la del pastor", remarca Shariffa Makori, una joven protestante.
 
Para sus paisanos es inevitable establecer comparaciones con la pasión que levantó en julio la visita oficial de Obama, a quien veneran por ser hijo de un keniano y de raza negra.
 
La ciudad sufrió una gran transformación —algunas victorias urbanísticas permanentes, el resto puro decorado— y todos recordaron a diario y con meses de antelación la fecha y la importancia de la primera visita de un presidente norteamericano.
 
Las banderas estadounidenses se izaban tan altas como las de Kenia, los carteles multiplicaban la imagen Obama y los obreros trabajaban sin descanso para tenerlo todo dispuesto.
 
Esta vez es distinto. Hay un gran cartel de "Karibu papa" (Bienvenido, papa) en la terminal de llegadas internacionales del aeropuerto Jomo Kenyatta, de idénticas dimensiones al que recibió a Obama, pero poco más.
 
Nada de banderas del Vaticano, flores en las calles, carteles de apoyo, mercadotecnia popular ni otros elementos que hagan sospechar de la llegada del "rey" de los católicos.
 
La respuesta ciudadana, no obstante, contrasta con los preparativos del Gobierno keniano, que afronta otra enorme prueba para sus cuestionados servicios de seguridad.
 
Más de 10.000 agentes de Policía y 10.000 voluntarios del Servicio Nacional se desplegarán por las calles de la capital durante los dos días y medio que durará la visita.
 
Según coinciden diferentes analistas, esta visita conlleva un riesgo mayor que la de Obama. El pasado julio se dijo a la población que no saliera de sus casas para evitar problemas, pero ahora se está llamando a que acudan a recibir al papa.
 
En otros aspectos, a Kenia parece que se le ha echado el tiempo encima. "Seguimos necesitando voluntarios para ayudar en el alumbramiento, servicios de primeros auxilios, transporte, alojamiento y manutención de los peregrinos", señalan fuentes del Arzobispado.
 
El carismático papa, valorado por su cercanía con todos los colectivos, difundirá desde Kenia mensajes de tolerancia entre religiones y respeto al medio ambiente.
 
A su llegada será recibido por el presidente de la nación, Uhuru Kenyatta, y al día siguiente oficiará una santa misa en la Universidad de Nairobi, entre otros muchos actos.
 
El viernes 27, antes de partir hacia Uganda, visitará el barrio marginal de Kangemi, donde le han confeccionado la vestimenta que lucirá durante su etapa keniana.

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