Juan Gabriel escribió 1.800 canciones y vendió 100 millones de discos. Unos 1.500 artistas interpretaron sus creaciones, entre ellos Rocío Dúrcal, Isabel Pantoja, José José y Julio Iglesias. “El Divo de Juárez” deja una huella difícil de superar en sus cuatro décadas de trayectoria.
La vida del mexicano Alberto Aguilera Valadez fue la música. Gracias a ella nació Juan Gabriel, el nombre artístico con el que conquistó al mundo. Desde 2002 tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y en 2009 fue nombrado Personaje del Año del Latin Grammy.
Pero su legado para la posteridad son las letras de sus canciones. “Amor eterno”, “Hasta que te conocí”, “Querida”, “Siempre en mi mente” son algunos de sus éxitos que lo llevó a vender más de 100 millones de discos y sus letras fueron traducidas a varios idiomas como el japonés y el turco. Su llama se apagó el 28 de agosto, a sus 66 años, su legado lo convertirá en leyenda.
“No tengo dinero”
La vida no fue fácil para “El Divo de Juárez”, quien nació en Parácuaro, Michoacán. Era el último de 10 hermanos y a corta edad fue internado en una casa hogar de Ciudad Juárez, a causa de que su papá sufrió un ataque de locura al haberse incendiado los cultivos de la comunidad y su mamá era de escasos recursos económicos. Allí conoció a su primer maestro musical, Juan Contreras, quien le enseñó a tocar la guitarra. De él tomó su nombre y lo unió con el de su padre para crear su nombre artístico Juan Gabriel. Antes experimentó con Adán Luna.
A los 13 años, cuando escribió su primera canción “La muerte del Palomo”, se fugó del internado y sobrevivió en aquella ciudad fronteriza con Estados Unidos vendiendo burritos, madera y cantando en bares nocturnos como el icónico “Noa Noa”, al que le compuso una melodía.
A los 21 años inició su camino musical al firmar el primer contrato con la discográfica RCA. En un inicio fue corista de Angélica María y Marco Antonio Muñiz. En su primer álbum “Alma joven” estrenó el hit “No tengo dinero” y su carrera artística empezó el ascenso. En 1970 tuvo una inesperada pausa.
Encuentre el reportaje completo en la última edición de Revista Vistazo.
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