Desde las 07:15 de este lunes, cinco buses de la Cooperativa Bellavista, que cubren la ruta Colón Camal, desde el barrio La Ferroviaria en Quito, pasaron el control de emisión de gases que organizó el Municipio como inspección aleatoria a la que realizan los centros de revisión vehicular como requisito de matriculación.
La Secretaría Metropolitana de Medio Ambiente junto con la
Agencia Metropolitana de Tránsito arrancó los operativos que este primer día de la semana llegó hasta las calles Hernando Ferroviaria y Amaluza, de la Ferroviaria, donde el control se extenderá hasta las 16:00.
En este primer día, los buses revisados en la Ferroviaria fueron: PUA-0392, que dio un 0% de opacidad; el vehículo PUV-0940 marcó 8% de opacidad; el PZQ-0791 registró el 11% y el PZQ-0230 marcó un 25%. Así hasta esa hora ninguno superó el 50% de opacidad.
En cuanto a los labrados de las llantas la medición se efectúa con un profundímetro manual y debe llegar a 1.6 milímetros de labrado. Así se miden las seis llantas de los vehículos, las dos delanteras y las posteriores. De registrarse llantas lisas, la circulación de las unidades se suspenderá.
Guillermo Altamirano, director de fiscalización de la AMT estuvo presente en el inicio del operativo y explicó que básicamente es un control complementario y que las condiciones de los automotores no deben variar respecto a las de los Centros de Revisión. “Si éstas han cambiado nosotros tenemos la obligación de citar al conductor”, dijo.
Altamirano señaló que adicionalmente revisan las condiciones de seguridad de las unidades: parabrisas en buen estado, luces, direccionales, llanta de emergencia, triángulo de seguridad y demás componentes que permiten un viaje seguro para la ciudadanía.
De presentarse novedades, las unidades son citadas para corregir las observaciones, de no hacerlo en un plazo de 8 días se procederá a retener al vehículo y al pago de una multa.
A partir de este martes 20 de enero, esta revisión se extenderá a todo el Distrito con cinco brigadas que estarán debidamente equipadas con opacímetros (que miden las emisiones de gases), y profundímetros (que miden el labrado de las llantas).
Son 80 operadoras de transporte público y el trabajo se cumplirá todos los días en las propias paradas de los buses, hasta completar el parque automotor de servicio público que en la capital llega a 2.340 unidades.
También habrán controles aleatorios a los vehículos de transporte privado, se los realizará en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en aquellos lugares críticos donde se observan mayores niveles de contaminación.
Mejorar la calidad del aire de Quito
Por su parte la Secretaria Metropolitana de Medio Ambiente, Verónica Arias, señaló que el propósito fundamental de estos controles es mejorar la calidad del aire de Quito.
“Es importante mencionar que el año pasado se contaba para este trabajo con una brigada de cuatro personas a medio tiempo. Actualmente se ha incrementado, en cinco veces, el presupuesto para este fin y se trabaja con cinco brigadas totalmente equipadas –reiteró Verónica Arias-, así realizaremos el control tanto del transporte público como privado en base a lo que disponen las ordenanzas 159 y 213”.