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Nacional

Puerto Engabao, paralizado otra vez en invierno

viernes, 23 febrero 2024 - 14:19
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Las 1.100 familias que viven en Puerto Engabao, a 14 kilómetros de Playas Villamil (Guayas), son testigos de que en cada invierno la historia se repite. Los daños en la única vía de acceso a la comunidad paralizó sus dos principales actividades económicas: la pesca y el turismo.

"De los últimos seis años, éste es el invierno más fuerte. Anteriormente, la crecida del río Shusaña ya se nos había llevado la carretera. Ahora ha sido más perjudicial para nosotros, que otros inviernos. Cuando llueve fuerte, la vía se corta por tramos, pero en este invierno ha sido más grande el tramo que se ha cortado", indica Katherine Muñoz, vicepresidenta de la Asociación de la comunidad de Puerto Engabao.

Con el cierre de esta vía, que ya estaba siendo reparada por la Prefectura del Guayas, una gran parte de los pescadores dejaron de salir al mar en busca de su sustento. Otros tuvieron que llegar con la pesca a playa Paraíso, en donde estaban llegando los compradores. Pero no todos van a ese lugar con sus embarcaciones porque ahí el océano es menos pacífico y las olas pueden volcar la canoas.

$!Los habitantes de Puerto Engabao tuvieron que hacer trasbordos y cruzaban el río Shusuña a pie con tanques de gas.

Sin pesca, todos los negocios relacionados a esta actividad están paralizados o muchas personas se quedaron sin una fuente de ingresos, como los encargados de alzar los botes o los que venden comidas cerca del puerto.

"Todo el pueblo está realmente afectado, ya que aquí se vive del día a día", enfatiza Muñoz.

$!Algunas calles de Puerto Engabao se inundaron.

En esta ocasión, los daños de la vía se registraron en los ríos Los Pozos, que ya estaba habilitado el paso ayer jueves 22 de febrero, y Shusuña, en donde ya se encuentra maquinaria de la Prefectura del Guayas. Con el arreglo de está vía, los moradores esperan que Hidroplayas, empresa de agua potable, coloque la nueva tubería y se reanude el servicio.

Sin turistas en temporada alta

Las calles de Puerto Engabao lucen desoladas. A cada paso se observan negocios cerrados: restaurantes sin comensales y hostales sin huéspedes. Salvo uno que otro turista se observó caminando con sus tablas de surf u otros estuvieron ayudando a repartir agua potable en botellones a los comuneros, ya que con la destrucción de una parte de la carretera, también se dañó la tubería de agua potable y el pueblo no tiene este servicio.

$!Las calles de Puerto Engabao lucen desoladas. En el principal atractivo del lugar, el faro, no habían turistas.

Miguel Alarcón, quien es dueño de Cabaña Miguelito, cerró su restaurante. "El negocio lo tenemos cerrado porque no hay turismo, porque no puede pasar el turista. La caída del puente nos está afectando", cuenta.

Mientras los hostales tuvieron que cancelar las reservaciones y devolver el dinero entregado por adelantado.

"Hay hoteles que tenían siete u ocho habitaciones, de las cuales la mayoría se reserva los fines de semana. Pero los últimos meses solo hemos tenido dos o tres habitaciones ocupadas cada fin de semana. El estado de excepción ya nos estaba afectando. Con lo del invierno no hay nada, no tenemos reservas, todo está cancelado", indica Muñoz, quien es propietaria del Hostal Shusuña.

La única esperanza para los habitantes de Puerto Engabao es Semana Santa, que se celebra a fines de marzo. Esperan que para esa fecha no hayan dificultades para el paso de vehículos y con ello que lleguen los turistas.

Cruzando a pie el río

En las tiendas, casi no tenían víveres a la venta. Para que lleguen los productos, especialmente agua y gas, los habitantes estaban haciendo trasbordos.

Cruzaban el río Shusaña a pie con esos y otros productos a sus espaldas o encima del hombro. Al otro lado de la orilla esperaban los pocos vehículos del poblado.

$!Todo un reto es cruzar el río Shusuña. Este motociclista se cayó de su moto mientras lo hacía.

La reducción en el caudal facilitó la movilización de los víveres y de las donaciones. Cuando el nivel del agua era todavía alto, las provisiones trasladaron en canoas por el mar.

Los que se encontraban en las riberas, cada cierto tiempo miraban a los cerros para ver si habían nubes.

Aunque el invierno paralizó las principales actividades turísticas de Puerto Engabao, lo que no detuvo fue a la solidaridad ni el apoyo entre vecinos.

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