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12 lugares de Galápagos que todo turista debería visitar

viernes, 11 diciembre 2020 - 08:14
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Todo aquello que se considera ideal y perfecto suele nombrarse como paraíso, de ahí que las Islas Galápagos sean consideradas como el edén natural mejor preservado de la tierra. Que estén a escasos 972 kilómetros de Ecuador es todo un privilegio.

Este archipiélago conformado por 7 islas mayores, 14 islas menores, 64 islotes, y 136 rocas puede no ser el paraíso que uno espera después de la muerte, pero sí que lo es para los millones de animales que revisten su superficie marina y terrestre.

Aunque cinco de sus islas están pobladas, caminar por Galápagos es entrar en terreno puramente animal. En ellas el ser humano ocupa apenas el 3% de su extensión. Por eso piqueros, iguanas marinas y terrestres, lobos marinos y tortugas no se inmutan ante nuestra presencia. Es su reino, y ellos son los mejores anfitriones. Es común que la curiosidad de estas especies les lleve a acercarse a los humanos, pero en Galápagos está restringido el contacto con ellos. Así se mantiene el equilibrio.

Al ser visitante en tierra ajena hay que someterse a ciertas normas que están cuidadosamente diseñadas para proteger este espacio lleno de vida silvestre. Una de ellas es que, para todo recorrido, es necesario estar acompañado de un guía o guardaparque. Como estos guardianes de Galápagos conocen mejor que nadie los fascinantes secretos que esconden las islas, decidimos consultar a cinco guías de Metropolitan Touring y a un Guardaparques del Parque Nacional Galápagos, cuáles son esos lugares que todo turista debería visitar:

*Este reportaje se realizó con apoyo de Metropolitan Touring y Latam.

Isla Española
Es una de las islas más antiguas del archipiélago, su interior alberga un espiráculo: una especie de fisura en la lava, desde donde el agua sale expulsada a borbotones como un géiser. Punta Suárez con arena caliente y Bahía Gardner de arena blanca, son dos de sus playas más importantes y hermosas.

“Queda al sur de Galápagos a 1 hora de San Cristóbal, ahí habitan el 80% de las aves de Galápagos. Hay una especie emblemática que anida en sus tierras: el Albatros”, comenta Bolívar Guilindo, guardaparques del área de recursos marinos.

También se pueden avistar piqueros de patas azules, piqueros de nazca, halcones de Galápagos, pinzones Darwin, gaviotas de cola bifurcada, Española sinsontes, aves playeras, palomas de Galápagos, entre otras especies aéreas.

Canal Bolívar
Es un corredor entre las islas Isabela y Fernandina, al oeste del archipiélago, y es la zona de producción primaria más importante de las islas, lo que permite que se desarrollen muchas especies de peces, crustáceos, moluscos y equinodermos de interés comercial.
 
“Esta área es netamente de reproducción de especies, debido a sus afluentes de corrientes marinas que vienen del sur del continente, y a los ricos nutrientes que arrastran, aquí se acumulan un gran número de especies como: tiburón martillo, tiburón ballena, orca, Cachalote, entre otras especies”, agrega Guilindo.

Isla Fernandina
Debido a su composición volcánica, la geografía de Galápagos está en constante movimiento. Fernandina es su isla más joven, y una de las más grandes. Fue nombrada así en honor al Rey Fernando de España, quien auspició el viaje de Cristóbal Colón.

En su interior guarda a uno de los volcanes más activos del mundo: La Cumbre, que llega a los 1476 metros, con una abertura en el cráter de aproximadamente 6.5 Km de ancho.

“Es un lugar completo porque hay diversidad de animales muy diferentes que no se encuentran en el resto del Archipiélago, como por ejemplo los cormoranes, pingüinos de Galápagos, mayor cantidad de tortugas marinas”, dice la guía naturalista Indira Flores. Las iguanas marinas de esta zona ofrecen un espectáculo maravilloso en temporada de reproducción, al cambiar sus colores de verde oscuro a azul y rojo.

Isla Santa Cruz
Es la segunda isla más grande de Galápagos después de Isabela. También es la más poblada, con más de 19.000 habitantes. Se la considera como un volcán durmiente, cuya última erupción ocurrió hace aproximadamente 1 millón y medio de años. Su pasado volcánico es evidente en dos enormes cavidades llamadas “Los Gemelos”, que se formaron a partir de una cámara de magma.
 
Santa Cruz es ideal para ver la especie insignia de las islas: la tortuga gigante de Galápagos, la más grande que existe en el planeta.

También esconde a una de las playas más hermosas del mundo: Tortuga Bay. “Es una zona de anidación de tortugas marinas y los visitantes pueden ver bastantes iguanas marinas. Se trata de una playa larga de agua coralina”, resalta Indira Flores.

Isla Seymour Norte
Su superficie terrestre está dominada por dos especies de aves típicas de las islas: las fragatas y los piqueros patas azules, piqueros patas rojas, que durante todo el año alternan sus vuelos con un placentero descanso sobre los árboles, entre los que destaca el árbol de Palo Santo. Aquí se puede presenciar de cerca los comportamientos más íntimos de cortejo, cría y nidificación.

En sus alrededores marinos se puede disfrutar de una maravillosa sinfonía marina para hacer buceo o snorkel. Sus aguas guardan cientos de tiburones como el tiburón tigre, el tiburón de Galápagos, el tiburón de arrecife y otros que nadan por su costa.

Tiene además una enorme variedad de iguanas y leones marinos, asegura Mary Ramírez, quien ha sido guía del Parque Nacional Galápagos desde 1994, y para quien esta isla tiene un encanto especial. “A todos les recomiendo que al menos una vez en la vida visiten este paraíso”, dice.

Isla Santa Fe
Su nombre bautiza a una especie única que solo habita en sus 24 kilómetros cuadrados: la Iguana terrestre de Santa Fe. Puede llegar a pesar hasta 11 kilos y su dieta principal consiste en los enormes cactus opuntia.

“Forma parte de un proyecto de restauración de tortugas gigantes, del parque Nacional Galápagos. Es única porque tiene unos cactus arbóreos impresionantes, la iguana terrestre de Santa Fe y una colonia muy grande de leones marinos”, agrega Ramírez.

Un dato curioso sobre esta isla es que a diferencia del resto, su origen no es volcánico, sino causado por la edificación de una capa geológicamente plegada, es decir, por una deformación de rocas sedimentarias.

Islas Plazas
Son dos islas, de las cuales la que está ubicada al sur es la única que puede visitarse. La isla norte es usada con fines científicos. Pese a ser de apenas 130 metros de ancho, la enorme vegetación de sesuvium rojo y morado, combinado con cactus de tuna, brindan a sus visitantes un espectáculo de colores único.

Aquí habitan más de 1.000 leones marinos y sus acantilados proporcionan hábitat a decenas de piqueros de patas azules, pardelas, gaviotas de cola bifurcada, piqueros de nazca y la hermosa Tropicbird pico rojo.

La guía naturalista Sabina Estupiñán explica que en esta isla sucede un fenómeno de apareamiento poco usual, el cruce entre iguanas marinas e iguanas terrestres: “Tiene una diversidad biológica muy importante, de reptiles, especialmente de las iguanas terrestres, también la presencia de híbridos que resultan del cruce de la iguana marina macho con la iguana terrestre hembra”.

Isla Isabela
La perla de Galápagos, es la isla más grande del archipiélago y cuenta con seis volcanes todavía activos, que son los que dan forma a su perfil. El punto más alto de esta isla es el Volcán Wolf, con una altitud de aproximadamente 1,707 metros.

En su laguna de Quinta Playa habitan más del 70% de la población de flamenco americano. La tonalidad de su plumaje se debe a una rica dieta en carotenos, que se transforman en su hígado y se depositan en sus plumas. Estas aves pasan alimentándose el 80% de su tiempo, e invierten apenas un 10% en dormir.

El perfil costanero de Isabela guarda al pingüino más pequeño del mundo, con una altura de 49 cm, es el único que vive en la zona ecuatorial.

 
San Cristóbal
Es la capital de Galápagos, al llegar todo visitante recibe un saludo de bienvenida de los juguetones lobos marinos que descansan en sus playas.

Llamada también como la “Isla Bonita”, tiene un área de 215 millas cuadradas y una población que bordea los 7000 habitantes. Su origen data de hace aproximadamente 2.4 millones de años.

Su superficie terrestre es la más húmeda y fértil de Galápagos, tiene varias fuentes de agua dulce, la más grande es la Laguna El Junco, ubicada en la parte alta de la isla a 19km desde Puerto Baquerizo Moreno.

Pero además de ser un destino natural, para el guía de Patrimonio David Guerra, San Cristóbal es un punto obligado para todo surfista, al menos una vez en la vida.

León Dormido
“Es mejor snorkel que se puede realizar en las Islas”, asegura David Guerra. Por esta formación rocosa de toba volcánica ubicada en medio del mar, transitan una gran cantidad de fauna marina, como tiburones galápagos, tiburones martillos, tortugas marinas, rayas águilas, lobos marinos y mucha variedad de peces tropicales.

Tiene 148 metros de altura y debe su nombre a la forma rocosa que asemeja a un león durmiendo. En sus alrededores pueden encontrarse muchas especies de aves como piqueros patas azules, piqueros enmascarados o de nazca, fragatas y pelícanos.

Isla Bartolomé
Se trata de una de las islas más jóvenes del archipiélago y fotogénica desde donde se la mire. Toda la isla es un volcán extinguido, y su cima está coronada por un coloso de más de 100 metros de alto. En su interior guarda uno de los paisajes más inusuales y hermosos de lava volcánica.

Su roca pináculo decora el perfil costero de la isla, en cuyas aguas se puede hacer buceo de superficie para avistar pingüinos, tortugas marinas y otros peces tropicales. Una de sus playas está prohibida al turismo por ser una de las mayores zonas de anidación de tortugas marinas.

Un sendero de madera nos traslada en 40 minutos hasta la cima de la isla, desde donde el paisaje se vuelve el mayor premio y si se tiene suerte, se puede observar también el vuelo del mayor depredador de las islas: el Gavilán de Galápagos.

Isla Genovesa
“La isla de los pájaros” es el nombre que realmente le hace honor a este pedazo de tierra en forma de herradura de 14 kilómetros cuadrados ubicada al norte del archipiélago.

Es el sitio ideal para los ornitólogos por la abundante presencia de aves en la misma, destacando algunas especies como gaviotas de cola bifurcada o gaviotas de lava, que son las únicas de su especie que tienen hábitos de caza nocturnos.

Entre sus acantilados se pueden encontrar iguanas marinas y lobos peleteros de Galápagos que son más pequeños que los lobos marinos y adoran dormir sobre las rocas.

Esta isla guarda la llamada Bahía de Darwin, una playa de arena blanca que bordea la caldera de un volcán inactivo que se sumergió hace miles de años.

 

 

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