La Contraloría General del Estado revisó los gastos de los tres primeros meses tras el terremoto del 16 de abril. Entre otras cosas determinó que no se “implementaron controles” para la adquisición de productos relacionados a la situación.
Por ejemplo, se compraron alfombras para un despacho temporal del Ministerio de Interior en Pedernales.
Por otra parte, la descoordinación entre las instituciones encargadas de la compra y distribución de kits alimenticios hizo que algunos productos caducaran y no llegaran a tiempo a los afectados; otros quedaron embodegados.
Contraloría también señala que las instituciones no entregaron toda la información solicitada, lo que restringió el trabajo del equipo auditor.
Además, hay algunos cheques que no tienen relación con las facturas presentadas por funcionarios que recibieron el dinero.
El examen analiza gastos por $ 45 millones, que son parte de un crédito de $ 300 millones otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).