Guayaquil.- El
presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Luis Chiriboga, negó este jueves 3 de diciembre su presunta renuncia al cargo o que lo hará en el futuro, tras ser salpicado en una investigación fiscal de EE.UU. sobre supuesta corrupción en la FIFA.
"No he renunciado ni voy a renunciar" ha dicho Chiriboga, según un mensaje en la cuenta de Twitter de la emisora "Radio Di Blu", que lo entrevistó.
"Estoy en Quito, no he renunciado, ni voy a renunciar", precisa el texto aparecido en la red social de la emisora, que no da más detalles.
El presidente de la
Comisión de Disciplina de la FEF, Alex De la Torre, también descartó en declaraciones a periodistas la supuesta dimisión de Chiriboga, como se había informado a través de las redes sociales.
La FEF ha guardado, de momento, silencio sobre las acusaciones de corrupción en la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).
Entre los acusados
figura el expresidente de Honduras, Rafael Callejas, que gobernó el país centroamericano entre 1990 y 1994 y actualmente ejercía como miembro de la Comisión de Mercadotecnia y Televisión del organismo futbolístico, según el escrito de acusación del Gobierno estadounidense.
Los nuevos cargos anunciados por Lynch golpean especialmente a directivos de Centro y Sudamérica, entre los que figuran los presidentes de la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf), Alfredo Hawit, y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Juan Ángel Napout, detenidos hoy en Zúrich (Suiza).
Entre los nuevos acusados figuran el presidente de la
Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Marco Polo del Nero, quien renunció a su cargo como miembro del Comité Ejecutivo de la organización el pasado 26 de noviembre y su antecesor al frente del ente rector del fútbol brasileño, Ricardo Teixeira.
La investigación también salpica a los argentinos Eduardo Deluca y José Luis Meiszner, ambos exsecretarios generales de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
El
panameño Ariel Alvarado, expresidente de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), también se encuentra entre los acusados a los que EE.UU. quiere juzgar en su territorio, según anunció la fiscal Lynch.
Para justificar las peticiones de extradición de los mandatarios de la FIFA, Lynch argumentó que las negociaciones para intercambiar influencias y dinero ilícito tuvieron lugar en Estados Unidos y que, además, los acusados utilizaron, los bancos de Wall Street para blanquear los sobornos.
Estas nuevas imputaciones casi doblan el tamaño de la macro-investigación contra el máximo organismo del fútbol mundial, que recibió su primer golpe en mayo pasado, cuando
EE.UU. formuló cargos de corrupción contra 14 personas, de los que siete fueron arrestados en Suiza.
De los siete detenidos en mayo, solo dos aceptaron voluntariamente su extradición: el estadounidense Jeffrey Webb y el brasileño José María Marín.