El tema que atraviesa esta muestra es el peso de la memoria colectiva, que puede acercarse o no la verdad de los hechos. Es esa construcción del relato de historia una base de la que parte Vinicio Bastidas con "The Jet Lag": la consecuencia de sentirse todavía en otro lugar y con otro tiempo, desorientado. Que puede ser también el punto de vista de un ecuatoriano que mira las cosas desde el extranjero, con una conciencia limitada por el hecho de no estar allí, por ver los toros de lejos.
El recorrido plástico inicia con una reflexión sobre el concepto de patria y el sentido de pertenencia a ella. Continúa con una serie de especies de retratos de algunos personajes históricos sobre platos desechables, borrosos indefinidos, colocados en un orden y un sentido cuya lectura dependerá de las relaciones que elabore el espectador en su ejercicio de reinterpretar la Historia.
Una instalación de botellas es el recurso con que Bastidas aborda el Primer grito de Independencia, un evento, como tantos otros, supeditado a la versión posicionada en la memoria social desde la escuela. El pasado colonial es representado desde una instalación de dentaduras postizas bajo una campana de cristal, como elemento discursivo que pretende recordar la pérdida de las estructuras ancestrales.
"The Jet Lag" incluye además una serie de dibujos de personajes históricos que parecen acompañados de huesos y clasificaciones raciales. Más adelante, una banda presidencial y unos cuchillos invitan a reflexionar sobre el poder, cerrando el círculo sobre la elaboración de memoria.
"The Jet Lag"
Centro Cultural Metropolitano de Quito (García Moreno y Chile).
Hasta el 27 de septiembre
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