Los pormenores del registro para acceder a la vacuna
La plataforma del Plan Vacunarse todavía presenta algunos inconvenientes: no está activa todo el tiempo y hay personas registradas que aún esperan turnos tardíos. Además, el acceso a la tecnologías es una traba para los adultos mayores.
Por ejemplo, Elena Jaramillo, de 90 años, se registró en el portal el 19 de marzo de 2021 y recibió un comunicado que le indicaba que en máximo en una semana le asignaría el turno para recibir la vacuna. Sin embargo, el mensaje tardó dos semanas.
Jaramillo cuenta que sin la ayuda de sus hijos no hubiera logrado registrarse. ‘‘Yo no sé manejar eso, apenas uso mi celular. El sistema es muy complejo. Creo que, como yo, hay varios adultos mayores que no saben usar este tipo de páginas’’, relata. En su caso, ella no sabía que había una hora específica para ir a su turno de vacuna. ‘‘Me tocaría estar ahí a las siete de la mañana para hacer la fila, van demasiadas personas y ni así alcanzan a vacunarse’’, agrega.
A estos inconvenientes se enfrentan varios adultos mayores que viven solos y no tienen a quién pedir ayuda.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, los pacientes con enfermedades de riesgo ya están registrados junto a los jubilados gracias una lista proporcionada del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Pero incluso aquí se han demostrado inconsistencias.
Tal es el caso de Jaime Capelo, de 61 años, un hombre jubilado con una cardiopatía grave. Capelo sufrió un pre-infarto en 2005 y desde ahí se ha sometido a distintas cirugías por el taponamiento de sus arterias. Actualmente, tiene seis stents (dispositivo para desobstruir las arterias) en el corazón y sus médicos lo consideran un ‘‘paciente milagro’’.
En noviembre de 2020, fue internado en una clínica privada con COVID-19. Permaneció interno alrededor de dos semanas y muy débil. Las pastillas que toma para su corazón tuvieron que ser suspendidas para tratarlo. Su pronóstico no era muy bueno, pero se recuperó. Ahora se encuentra esperando por su vacuna. ‘‘No me ha llegado nada. No sé si pueda registrarme porque no cumplo con el mínimo de edad’’, manifesta.
Algunas personas que deberían recibir atención prioritaria, como Capelo, siguen a la espera de su vacuna.
Según el ministro de Salud, los jubilados del IESS están recibiendo la vacuna, sin embargo, no precisó cifras.
La situación en los ancianatos
En el Hogar Corazón de María, al norte de Quito, los adultos mayores recibieron a finales de marzo una inyección contra la influenza. Según los médicos, no pueden ser vacunados para la COVID-19 en un periodo de alrededor de un mes. El centro 10 del Ministerio de Salud coordina la vacunación en esta residencia, donde viven 130 personas de la tercera edad. Mientras transcurre el tiempo de espera entre inoculaciones, la administración del lugar, ubicado en la avenida de La Prensa, ha enviado una lista de receptores para la vacuna contra la COVID-19 y están a la espera de una respuesta del Ministerio.
En el ancianato Hogar del Corazón de Jesús, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, se han vacunado contra la COVID-19 alrededor del 70% de los adultos mayores. Según Deisi Girón, trabajadora de la fundación, las vacunaciones restantes no se han realizado porque los familiares no han permitido la inoculación. Según la página web de la residencia, allí se atiende a más de 200 adultos mayores.
El panorama es diferente en un ancianato privado de Quito, cuya administración prefirió mantener la reserva de su nombre. No saben nada al respecto de los turnos de vacunación, aun cuando la directora del geriátrico lleva conversando meses con el Ministerio de Salud. En este lugar se atiende a 10 adultos mayores, ocho mujeres y dos varones.
Este reportaje fue realizado por María Paz Capelo y Juan Velasco, estudiantes de periodismo de la Universidad San Francisco.