Una nueva variante del virus H3N2, ha despertado las alarmas en Europa tras un incremento récord de hospitalizaciones. Reino Unido, España, Alemania, Francia, Italia y Canadá son algunos de los países que decidieron activar diferentes medidas con el objetivo de frenar los contagios por la variante ‘K’ de este virus.
El aumento de este representa un nuevo riesgo para la salud mundial, pues se suma a otras enfermedades respiratorias con las que ya convivimos, como el sincicial respiratorio (VRS) y el SARS-CoV-2, motivo por el que incluso, su diagnóstico podría ser complicado de establecer.
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Con esta variante, el cuerpo podría pasar por alto la inmunidad adquirida anteriormente por contagios previos o por vacunación, lo que permitiría la rápida expansión de la enfermedad.
Debido a que los síntomas de la gripe K pueden ser confundidos con los del COVID-19, los médicos recomiendan realizar ambos exámenes para identificar correctamente el virus y tratarlo de manera idónea.
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