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George H.W. Bush y su amigo ecuatoriano

El presidente número 41 de Estados Unidos,  George H.W.Bush, quien será  enterrado hoy, en una capilla familiar en el estado de Texas, fue el  funcionario de mayor rango en funciones en visitar Ecuador por dos  ocasiones.
 
George H. W. Bush asistió a la toma de posesión de León Febres Cordero siendo vicepresidente de Ronald Reagan (agosto de 1984). Febres Cordero,  como candidato, había anunciado la apertura de la exploración petrolera a  nuevas empresas, renuentes a venir al país luego de un conflicto de la  empresa Gulf con el gobierno militar (1976).  Antes de ingresar al servicio  público como congresista, George Bush había hecho fortuna como petrolero en  Texas fundando la compañía Zapata, que vendió para dedicarse a la política.  Entre las primeras acciones del gobierno de Febres Cordero estuvo la firma  del contrato con la petrolera Occidental.
 
Posesión de León Febres Cordero.  1984. El vicepresidente George Bush es
recibido por el canciller Luis Valencia Rodríguez.
 
Las relaciones de Febres Cordero con el gobierno de Estados Unidos fueron  muy cercanas. Después de todo, era un defensor de la empresa privada, que  había estudiado la universidad en Estados Unidos y consideraba vital el  intercambio comercial con ese país y el alineamiento político. Fue el único  presidente ecuatoriano en los últimos cuarenta años de democracia en ser recibido en una visita del Estado.
 
Esa excelente relación propició un segundo viaje de George Bush.  Esta vez  fue en 1987, cuando un terremoto de 7.4, cuyo epicentro fue en el oriente  destruyó el oleoducto transecuatoriano. Entonces, Ecuador suspendió las  exportaciones de petróleo por siete meses. Bush vino en un viaje relámpago  con ayuda del gobierno para sobrellevar la crisis. 
 
“La visita del  vicepresidente fue de cuatro horas, pero desde el 14 de marzo varios  funcionarios de su confianza estuvieron recorriendo todas las zona  devastadas por el sismo. Los reportes que estos expertos suministraron al  dignatario fueron la clave para que el Vicepresidente tomará un domingo  libre y volara al Ecuador”, contó el embajador Fernando Rondón a Vistazo.  Añadió: “Luego de develar un monumento en memoria de los astronautas que  perdieron su vida en el Challanger, fue directamente al avión. (Air Force  II) Allí durmió”. Precisamente por esta causa, cuando pisó tierra  ecuatoriana solicitó a una funcionaria de la embajada que por favor le  comprara un cinturón para su pantalón.  La encargada fue Renata Barragán,  quien adquirió un cinturón de cuero negro talla 36 en el centro comercial  El Bosque. “Con los pantalones bien agarrados, prosiguió con su apretada  agenda”.
 
Almuerzo en Carondelet. 1987. El vicepresidente Blasco Peñaherrera y George
Bush.
 
El mandatario ecuatoriano le ofreció un almuerzo en el palacio de  Carondelet, donde le obsequió un sombrero fino de paja toquilla y Bush le  regaló unas botas de aviador de la Segunda Guerra Mundial.
 
Siendo muy  joven, Bush fue piloto de aviones de combate y sobrevivió a un ataque  alemán, al caer en el mar y ser rescatado por un barco norteamericano luego  de varios días.
 
Cartagena. George Bush,  Carlos Menem, Rodrigo Borja y James Baker.
 
En 1989, Bush sucedió en el poder a Ronald Reagan.  Las relaciones con el  siguiente mandatario ecuatoriano, Rodrigo Borja, fueron  cordiales pero  distantes. Borja se molestó con unas declaraciones sobre el país que había  hecho el embajador norteamericano Paul Lambert, amigo cercano de George  Bush, quien no era un diplomático de carrera y pidió su retiro pero no lo  declaró persona non-grata, por lo que no hubo repercusiones diplomáticas.  Eso sí, Bush no volvió al país. Borja fue recibido en Estados Unidos, pero  no fue en una visita de Estado. De la relación se recuerda un partido de  dobles de tenis, durante una cita cumbre. Borja, un gran tenista, hizo  pareja con Carlos Menem, presidente argentino, mientras Bush jugó con James  Baker, secretario de Estado.  En ese partido, Borja se lastimó el músculo  gemelo en la pierna. Aunque al excanciller de Borja, Diego Cordóvez le  gustaba decir que el partido terminó en empate, la realidad es que los  norteamericanos lo ganaron.
 
En 2004, ya como expresidente, Bush regresó invitado por  la Cámara de  Comercio de Guayaquil para una conferencia sobre  las ventajas de firmar un  Tratado de Libre Comercio. Estuvo, para recibirlo, su antiguo amigo León  Febres Cordero.
 
Capilla ardiente en el  Capitolio para el expresidente George Bush.

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