Alex Mesa es un atleta colombiano que descubrió hace 26 años que es portador del VIH, y desde entonces decidió correr hacia atrás, como una forma simbólica de lo que para él significa su vida.
Y aunque empezó como una diversión, luego se convirtió en su estilo de vida que lo ha llevado a ganar importantes competencias de hasta 8 kilómetros.
Las adicciones pasadas de Alex le pasaron factura, y hoy a causa del VIH padece también de cirrosis y hepatitis C, dolencias que lo han llevado al borde de la muerte en varias ocasiones.
Pero sin más impulso que sus ganas de vivir, Alex ha logrado sobreponerse y hoy continúa corriendo hacia atrás por las calles de South Beach, en Miami.
“La manera en la que corro me motiva diariamente, y ahora salir a hacer mi deporte es mi única adicción”, dijo Mesa a la cadena internacional CNN.
Sin embargo, los medicamentos que toma a diario le provocan fuertes dolores y dificultan su atípica forma de correr, pero Alex no se rinde y afirma que seguirá corriendo mientras Dios se lo permita.
“He aprendido que la vida es para vivirla al máximo en cada segundo, y eso es lo que haré hasta que tenga que marcharme definitivamente”, dice.
Y se pierde entre las calles, corriendo hacia atrás.