Se trata de
Gedhun Choekyi Nyima, a quien los budistas tibetanos consideran la reencarnación del
Panchen Lama, la segunda figura en importancia del budismo tibetano después del
Dalái Lama.
Cuando, en
1995, con a penas 6 años fue identificado como el sucesor del panchen lama, y fue tomado cautivo por las autoridades chinas. Veinticinco años después,
todavía no se sabe dónde está.
Cuando el segundo líder budista tibetano más importante, el panchen lama, murió en
circunstancias sospechosas en 1989 (algunos creen que pudo haber sido envenenado por el gobierno chino) era solo cuestión de tiempo para que se reencarnara. En 1995, el
líder espiritual del budismo tibetano, el actual dalái lama, anunció que había sido identificado. La reencarnación del panchen lama era Gedhun Choekyi Nyima,
un niño de seis años, hijo de un médico y una enfermera que vivían en el pueblo tibetano de Naqchu.
Las autoridades chinas tenían la esperanza de que el panchen lama fuera identificado sin la participación del dalái lama, que
abandonó el Tíbet en 1959 y estableció un gobierno tibetano en el exilio en el norte de India. Así que sacaron a Gedhun Choekyi Nyima y su familia de la escena, y organizaron todo para que algunos
líderes budistas obedientes seleccionaran a otro niño como sucesor del panchen lama.
Desde entonces, China ha mantenido
en secreto su ubicación. Varias teorías rodean sobre su paradero, unas apuntan que está en
Gansu, provincia del norte de China, otra que está recluido cerca de Pekín.
En el 2000, el entonces Secretario de Relaciones Exteriores británico Robin Cook le dijo al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes: "Cada vez que planteamos la pregunta de dónde está Gedhun Choekyi Nyima, hemos recibido garantías del gobierno chino de que goza de buena salud y bienestar y que sus padres no desean que la comunidad internacional intervenga". El gobierno
mostró dos fotografías, una en la que el niño que tendría 11 años estaba jugando tenis de mesa y en la segunda imagen mostraba la parte posterior de su cabeza, mientras escribía caracteres chinos en una pizarra. Aunque las fotografías se enseñaron a funcionarios británicos,
éstos no pudieron quedárselas.
Se han hecho fotografías que
reconstruyen su imagen. La Campaña Internacional por el Tíbet, publicó una imagen hace cinco años, en el vigésimo aniversario de la desaparición del panchen lama, cuando habría alcanzado los 26 años.
La importancia de el
Panchen lama, para esta cultura, es que al igual que el dalái lama, se considera que el panchen lama es una
encarnación de una característica de Buda.
Mientras el panchen lama es la reencarnación de Amithaba, el Buda de la Luz Sin Límites, el dalái lama es la reencarnación de Avalokiteshvara (Chenrezig en tibetano), el Buda de la Compasión.
Tradicionalmente, cada uno actúa como mentor del otro y también desempeña un papel clave en la
identificación de su reencarnación.
Sin embargo, cuando el
gobierno chino insistió en controlar la selección del panchen lama en 1995, pudo haberse estado preparando para ese momento. "Dicen que están esperando mi muerte y que reconocerán al dalái lama número 15 que ellos escojan", escribió el dalái lama en un
mensaje de 2011.
Bhuchung Tsering, vicepresidente de la Campaña Internacional para Tíbet, anticipó que cuando llegue el momento, las autoridades chinas "podrían utilizar a la persona que han seleccionado como panchen lama para servir a sus
intereses políticos".
El dalái lama dijo a la agencia de noticias Reuters en marzo del año pasado que
su sucesor podría encontrarse en India, donde él y muchos otros tibetanos han vivido durante los últimos 60 años.