Científicos grabaron 1,2 millones de letras del
Antigua Testamento en un disco no más grande que la punta de un bolígrafo. La llaman la
Nanobiblia y para leerla hay que usar un microscopio electrónico.
El libro diminuto empezó como un experimento de miniaturización para ver cuánta información podía ser almacenada en espacios muy, muy pequeños.
Los científicos del
Instituto de Tecnología de Technion-Israel en Haifa crearon una capa de silicona de menos de 100 átomos de grosor y luego la cubrieron en oro. Después usaron un rayo de iones para grabar los 1,2 millones de caracteres, uno a la vez, quitándole el oro para revelar el fondo oscuro de silicona.
Para ver la obra, se debe aumentar la
fuente alrededor de 10.000 veces.
La Biblia ahora es expuesta como parte de una exhibición del
50 aniversario del Museo Israel. Está junto a los Manuscritos de Mar Muerto, que tienen parte del mismo texto, pero datan de hace 2.000 años.
"Nuestros objetos datan de hace un millón y medio de años hasta el presente", dijo James Snyder, presidente del museo. "Recorren la historia alrededor del mundo y, en cierta forma, representan la narrativa completa de la historia cultural material de un lugar tan importante para esa historia como Jerusalén".
La
Nanobiblia es una nueva forma de observar la historia, combinando los mundos antiguos que nunca cambian con la tecnología moderna que siempre lo hace, publicó CNN en Español.