Quito.-
Un bombero que resultó gravemente herido en septiembre pasado cuando combatía un
incendio en la parroquia de Puembo, en Quito, y que fue trasladado a Estados Unidos para recibir tratamiento médico especializado, llegó este jueves 24 de diciembre al país "recuperado de sus quemaduras", informó el Municipio.
El cadete bombero, identificado como Josué Aizaga, fue herido por las llamas el pasado 7 de septiembre en un incendio forestal en Puembo, y por la gravedad de sus quemaduras fue trasladado cinco días después al "Shriners Hospitals for Children-Galveston" de Texas (Estados Unidos).
El
alcalde de Quito, Mauricio Rodas, recibió en el aeropuerto a Aizaga, quien regresó a las 00:15 hora local "recuperado de sus quemaduras", señaló el Municipio en un comunicado.
"Quiero darle la bienvenida a Josué y expresarle la enorme alegría que llena nuestros corazones al verle totalmente recuperado de su salud, creo que los esfuerzos realizados, han valido la pena porque lo tenemos de vuela a su casa y a su ciudad", dijo Rodas.
En este sentido, destacó el hecho de que Aizaga llega hoy para poder
compartir la Navidad con su familia.
"A nombre de la ciudad quiero expresarle que estamos profundamente agradecidos y orgullosos por su valor, sacrificio y coraje, pues no dudó en arriesgar su vida por la seguridad de los quiteños, es usted un verdadero héroe y se merece lo mejor; tiene y seguirá teniendo todo el apoyo de la actual administración para que vuelva a ser bombero", enfatizó el alcalde.
Aizaga agradeció a su madre por sus cuidados y compañía y a quienes hicieron posible que pueda recibir el tratamiento en el hospital de Texas.
Asimismo, señalo que volverá a ser bombero y se dedicará a
"seguir en el reto de ser oficial".
"Recibirá todo el apoyo para que continúe con sus terapias de recuperación y siga en su formación como oficial" del Cuerpo de Bomberos de Quito, dijo el comandante de esa institución, Éber Arroyo.
Según el Municipio, Aizaga se recuperó
"de las quemaduras en un 65 % del cuerpo", en el hospital de Texas, en el que permaneció ingresado por más de tres meses y donde le practicaron varias cirugías, un riguroso tratamiento y terapias de recuperación.
En el incendio de septiembre pasado fallecieron tres bomberos: Marco Bastidas (29 años), que tenía dos hijos; Jhonatan David Nasimba Ambas (19 años) y Jhonatan Paúl Dionicio Vásquez (20 años).