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La segunda oportunidad

Siempre existirá y está ahí esperando y recordándonos que tenemos mucho más que ofrecer.

6 febrero 2023 - Opinión

Soy nostálgico y sentimental. Estoy atado a una generación que creció con ET y los Goonies, Footloose y Flashdance, Ghostbusters e Indiana Jones. Para mí, Sylvester Stallone siempre será Rocky y Christopher Reeves el único Superman, Bruce Willis un duro de matar, Richard Gere un millonario enamorado y Robin Williams el profesor que todos hemos querido tener. La década de los 80 cristalizó rostros y destinos, simboliza un oasis de imágenes que transportan y reconfortan. Hoy en día las distintas plataformas digitales apuestan a los 80 y la secuela de Top Gun y la serie Stranger Things aseguran el éxito en el corazón de millones de fans fieles a sus emociones adolescentes.

Ahora sí... detrás de las estrellas siempre hay sombras y en el camino del éxito no todos los actores tienen la oportunidad de volver a nacer con nuevos roles. El ejemplo más claro es Macaulay Culkin, quien nunca dejó de ser “mi pobre angelito” y tuvo una vida de excesos al no aceptar que para el público era un eterno niño con la prohibición de envejecer. Otro niño famoso es Ke Huy Quan, quien actuó en los Goonies e Indiana Jones y el templo maldito. Hoy el hombre de 51 años acaba de ganar un Golden Globe como mejor actor de reparto en la comedia “Todo a la vez en todas partes”. ¿Un cuento de hadas? Para nada...

En su discurso de agradecimiento el actor se quebró y estuvo llorando durante dos minutos mientras intentaba contar la historia de una vida dolorosa. El actor recordó sus comienzos en Indiana Jones y Los Goonies, aprovechó para agradecer a Spielberg que lo descubriera siendo tan solo un niño. “Me criaron para que nunca olvidara de dónde vengo y para que siempre recordara quién me dio mi primera oportunidad”, afirmó el actor durante el discurso: “Estoy muy feliz de ver a Steven Spielberg aquí esta noche. Steven, gracias”. Ke Huy Quan también ha asegurado sentirse afortunado de esta segunda oportunidad profesional que le ha brindado “Todo a la vez en todas partes” tras casi cuatro décadas sin un proyecto de gran envergadura: “Cuando empecé mi carrera como actor infantil, me sentí muy afortunado de que me escogieran. A medida que me iba haciendo mayor, empecé a preguntarme si eso era todo, si solo fue cuestión de suerte”.

Con la voz rota el actor ha reconocido que haber arrancado con dos producciones tan aclamadas le dio inseguridades: “Durante años, temía no tener nada más que ofrecer; sin importar lo que hiciera, nunca superaría lo que conseguí de niño. Afortunadamente, más de 30 años más tarde, dos productores pensaron en mí. Recordaron a aquel niño y me dieron la oportunidad de intentarlo otra vez”.

Este discurso conmovió a todos. Lo que Ke Huy Quan vivió es el doloroso pasar del tiempo donde las segundas oportunidades son escasas. Lo que logró al regresar en las luces de Hollywood es la prueba de que la vida es hoy y que cada etapa tiene sus enseñanzas. Logró transformar sus heridas en sabiduría. Este discurso me conmovió y sus lágrimas fueron mías. Tenemos la misma edad y sentí muy hondo el resurgir del hombre que lloró, sanó y disfrutó.

Hay pocas cosas tan poderosas como la alegría de alguien que tuvo una segunda oportunidad y encontró su propósito. A final de cuentas, cada momento de tu vida es una segunda oportunidad...siempre existe la posibilidad de un nuevo comienzo.

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