Dormir mal podría afectar zonas del cerebro vinculadas al alzhéimer, según estudio

Las mujeres serían más vulnerables a los efectos negativos del sueño fragmentado sobre el cerebro.

28 julio 2025 - Bienestar

Una reciente investigación del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) ha encontrado que el sueño de mala calidad se asocia con cambios estructurales en regiones cerebrales vulnerables al alzhéimer, especialmente en mujeres. El estudio fue publicado en la revista científica Alzheimer’s & Dementia y aporta nuevas pruebas sobre el impacto del descanso nocturno en la salud cerebral, incluso en personas sin síntomas de deterioro cognitivo.

$!Los cambios en el lóbulo temporal medial se asocian con etapas tempranas del alzhéimer.

A diferencia de estudios previos, esta investigación utilizó actígrafos, dispositivos no invasivos que monitorean el sueño durante varias noches, lo que permitió obtener datos más precisos sobre la eficiencia del sueño y su fragmentación.

Lee también: María Teresa Guerrero corre 5K mientras continúa su tratamiento contra el cáncer

Los investigadores analizaron a 171 adultos cognitivamente sanos, la mayoría con alto riesgo de desarrollar alzhéimer, y evaluaron también la presencia de biomarcadores asociados a la enfermedad, como las proteínas amiloide y tau, a través de análisis de líquido cefalorraquídeo y resonancias magnéticas.

$!El uso de actígrafos permitió detectar con precisión la relación entre sueño deficiente y grosor cortical reducido.

Los resultados revelaron que una menor eficiencia del sueño y mayor fragmentación se relacionan con un menor grosor cortical en el lóbulo temporal medial, una zona que suele verse afectada en etapas tempranas del alzhéimer.

Lee también: Messi y Antonela sorprenden en la Kiss Cam del concierto de Coldplay en Miami

Este patrón fue especialmente notorio en mujeres, quienes, pese a dormir más tiempo en promedio, mostraron mayor vulnerabilidad ante los efectos negativos del sueño interrumpido. El estudio refuerza la idea de que mejorar la calidad del descanso, especialmente en la mediana edad y la vejez, podría ser clave para reducir el riesgo de neurodegeneración y proteger el cerebro a largo plazo.

Compártenos
1