Los pelirrojos representan entre un 1 y un 2% de la población mundial y se tiende a presuponer que todos son caucásicos; sin embargo, no es así. Por eso, la fotógrafa londinense Michelle Marshall se propuso romper unos cuantos estereotipos fotografiando a pelirrojos afro-caribeños.
Le serie de fotos se llama MC1R, como el nombre del receptor Melanocortin, el gen responsable de que el pelo crezca del color del fuego. Todo empezó con el interés de Michelle por las pecas y una niña pecosa que se cruzó en su camino para romperle todos los esquemas al descubrir que era mestiza.
Marshall declaraba al portal Mashable sobre su investigación fotográfica: “Mientras nosotros nos peleamos por temas de inmigración, discriminación y prejuicio racial, la madre naturaleza sigue su curso aceptando la diversidad social y, en el proceso, sacudiendo nuestra percepción sobre los orígenes, la etnia y y la identidad.
Normalmente es el hombre el que va un paso por delante de la naturaleza pero, en este caso es al revés. Nos ha ganado y estas fotos lo demuestran pero, sobre todo, dejan en evidencia nuestra actitud ante la diversidad social.