Candice Armstrong tiene 28 años y aunque su verdadero sexo es femenino, su fisionomía dice lo contrario.
Tras ingerir y abusar de anabólicos, su figura luce ahora masculina, y asegura que ya es tarde para detener este cambio ya que habrá características, como su gruesa voz, que no se irán.
Vive en Londres y trabaja como camarera, pero también se dedica al fisicoculturismo. Asegura que
"no, no era mi plan", y por eso decidió hacer un documental sobre el abuso de drogas para mejor rendimiento.
Los efectos secundarios de los
anabólicos han sido severos y han transformado la vida de la joven. No tan solo sufre de acné y vello corporal excesivo, también su órgano reproductor se ha hinchado al grado de parecer un miembro masculino.
Candice ahora se dedica a presentarse en
shows artíticos como transexual, una actividad que disfruta.