La segunda casa de Darla es el patinódromo de la Concentración Deportiva de Pichincha, detrás del estadio Olímpico Atahualpa de Quito. Para ella ni la lluvia ni el viento son excusas para dejar de entrenar. Pone su casco, sus gafas, sus patines y da vueltas a la pista una y otras vez.
La patinadora de 14 años nació en Ipiales, Colombia, pero a los dos años se mudó a Ecuador. A los siete años Darla practicaba ballet, pero le faltaba la adrenalina. “A mí me gustan los deportes rápidos y el riesgo de las competencias”, asevera la joven atleta que cambió las balerinas y el tutú por el casco y los patines.
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En apenas un año, fue elegida como la mejor deportista de la provincia y formó parte de la selección de Pichincha. En el camino surgieron accidentes y aprendió a vivir con lesiones. “Cuando me caí y me fracturé la nariz, me levanté y no me rendí. Aún recuerdo cuando mi mamá me llevó al otorrino y le susurró a la doctora: ‘dígale que se retire’ ”.
En 2021, Darla obtuvo el que considera es el triunfo más importante de su carrera, la medalla de bronce en el Panamericano de Patinaje, en Ibagué, Colombia. “Fue muy importante porque habían llegado las mejores patinadoras de Colombia y, aun así, pude ganar una medalla internacional”, asevera la promesa de una disciplina que ha tenido un importante crecimiento en los últimos años en Ecuador.
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“Seré campeona del mundo y demostraré que aunque el camino sea difícil, todo es posible. Cuando en un mundial toquen el himno nacional y mencionen mi nombre Darla Milena Chacón como la mejor del mundo, le diré a mi padre que se cumplió lo que me decía desde chiquita”.