Un guayaquileño que vive en la frontera con Colombia relató que, a inicios de julio, cuatro hombres armados, entre ellos una mujer, llegaron hasta su casa y lo secuestraron.
Según su testimonio, los delincuentes lograron llegar, sin problema, hasta la zona selvática, en medio de las montañas.
Por su rescate pedían 1 millón de dólares; su familia puso la denuncia. Él recuerda que durante el día recorrían la selva y por las noches dormía en el suelo, solo lo cubría un plástico.
Aprovechó que los secuestradores estaban profundamente dormidos para huir, informó Ecuavisa.