Acción contra el hambre, una ONG que trabaja desde 2011 en Nepal, denunció hoy en Madrid que este país solo ha recibido un 22% de la ayuda de cuatrocientos millones de dólares que espera para continuar con las tareas de reconstrucción tras el terremoto del pasado 25 de abril.
La responsable de emergencias de esta organización, la italiana Chiara Saccardi, que se trasladó a Nepal el 28 de abril para coordinar las tareas de reconstrucción y apoyo psicológico a los afectados, manifestó hoy que el país asiático vive una situación "muy complicada".
Saccardi explicó que en cifras estimadas, hay 800.000 casas destruidas tras el terremoto y que aunque los nepalíes están acostumbrados a vivir situaciones "muy extremas", las réplicas del sismo están agravando la situación.
"Hay gente viviendo en condiciones muy precarias y personas enfrentando muchas situaciones de estrés", expresó Saccardi.
Actualmente, Acción contra el hambre centra sus labores en la prevención de malnutrición, ya que como dijo Unicef hace unos días y recordó hoy Saccardi, unos 70.000 niños necesitan apoyo nutricional urgente.
Esta ONG de origen francés también está brindando apoyo psicológico a los afectados, sobre todo a madres lactantes y con hijos menores de cinco años.
Como ya dijo la organización días después del terremoto, es muy importante la cooperación internacional, ya que si bien el país tiene muchos ríos, el riesgo de no conseguir agua potable incrementa las posibilidades de que se propaguen enfermedades como el cólera por la falta de agua.
Otro de los desafíos de esta situación "crítica", según Saccardi, es "insistir en aplicar las medidas de higiene adecuadas".
No obstante, Acción contra el hambre evalúa como "positiva" la respuesta del gobierno de Sushil Koirala, que actuó "de manera rapidísima" aunque insistió en que tiene que haber una buena "gestión del desastre" porque todavía puede ocurrir un terremoto que tenga "mucho más impacto en el país".
Además de las réplicas, Chiara Saccardi recordó que en unas semanas empezará la temporada de monzones, que durará aproximadamente dos meses, y después llegará el invierno, por eso hizo un llamamiento "a intervenir rápido" en la construcción de "infraestructuras adecuadas a la zona sísmica".
En Katmandú la zona antigua es la más afectada porque los materiales con los que estaban construidas las edificaciones eran frágiles y actualmente, equipos formados por trabajadores de organizaciones y ayudantes locales están retirando escombros con prioridad en los sitios públicos.
Saccardi afirmó que Nepal está ya en una "recuperación temprana", que la población está "motivada" y que el reto a partir de este momento es "aprender de lo que ha pasado" de cara a futuros desastres naturales.