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Plata para unos cuantos

miércoles, 7 agosto 2019 - 10:51
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“Más de 35 años en el mercado; alrededor de 200 productos de marcas de li cores de varias regiones del mundo, finos  whiskies de 12 y 21 años; vinos, cerveza  nacional e importada; champagne; bran dy pisco, ron; cognac. Amplia y novedosa  gama de productos para fumadores”. 
 
Así promociona su actividad una em presa que, bajo la figura de compañía de  responsabilidad limitada, se dedica a la  venta de licores, cigarrillos, dulces y con fites en Quito. Esta firma privada recibió  una inversión de 1,5 millones de dólares de  fondos de la seguridad social de la Policía  ecuatoriana, según el informe de resulta dos de la evaluación económica-financiera  del Instituto de Seguridad Social de la Po licía Nacional (Isspol), en poder de Vistazo.
 
 
Curiosa paradoja. El correísmo prohibió la  venta de licor los días domingos; la veda  rigió entre los años 2010 y 2016.  La inversión con la licorera se for malizó el 5 de diciembre de 2016. Las  condiciones: 539 días de plazo y una tasa  de nueve por ciento. Como garantía, la  compañía cedió los derechos fiduciarios  sobre un terreno en una zona cotizada  en el norte de Quito: en la avenida Na ciones Unidas. El lote es el patrimonio  del fideicomiso que, también en 2016,  constituyeron los dueños del menciona do negocio familiar.
 
La entidad fue constituida en 2009,  con un capital social de dos mil dólares,  según registros de la Superintendencia  de Compañías.  La operación con el Isspol fue cuestio nada por el ente de control bancario por que, entre otras omisiones, no actuó una  administradora de fondos y fideicomisos  como intermediaria. La operación venció  en mayo de 2018.
 
 
No fue la única transacción observa da por la Superintendencia de Bancos.  La entidad investigó varias operaciones.  ¿Hallazgos? Para empezar, la información  no estaba adecuadamente sistematizada.  Inversiones por el equivalente a 20 millo nes de dólares no fueron registradas en el  catastro de la Superintendencia de Com pañías. El ente de control advirtió riesgo   y “falta de seguridad” por estas fallas. A  fines de agosto de 2018, había 25 venci mientos, con montos superiores a otros  20 millones de dólares.
“Las entidades del sector público  únicamente pueden adherirse a contra tos de fideicomiso mercantiles cuyos  constituyentes sean también entidades  del sector público”, dice el artículo 115  de la Ley de Mercado de Valores.
 
“Las operaciones se llevan a cabo con  contratos celebrados de manera directa,  entre los oferentes de dichas operacio nes y el Isspol”, según el informe. 
 
A dónde fue la plata 
 
En abril de 2018, más de cien millones  de dólares, de recursos del Isspol habían  sido invertidos bajo la figura de cesión de  derechos fiduciarios, según cifras de ese  mismo instituto. 
 
Se transó con proyectos inmobilia rios en varias provincias del Litoral; en  un centro de educación superior; en una  entidad relacionada con el grupo Proinco  hoy investigado por la Fiscalía por un  caso de estafa masiva; en una empresa  minera de la provincia de El Oro; en  empresas de arquitectos; en firmas dis tribuidoras de autos y en inmobiliarias.
 
Además, en compañías de tecnología de  perforación petrolera.  Un botón de muestra revela la mag nitud del tema. Entre julio y noviembre  de 2016, el Isspol invirtió tres millones  de dólares en la captadora Maktrade,  en tres operaciones de un millón de
dólares cada una, a menos de 370 días  plazo. A cambio, la beneficiaria entregaba derechos fiduciarios. Pero a inicios de 2018 esa y otras dos empresas  relacionadas con Proinco entraron en  liquidación. La inversión no contempló  el principio de seguridad.
 
 
Para fines de enero de 2019, la Dirección de Riesgos del Isspol reportaba al director general de este instituto  que, luego de una orden verbal para  “desinvertir”, hasta diciembre de 2018,  se redujo a 87,7 millones de dólares el  portafolio de derechos fiduciarios. La  disposición fue resultado de las observaciones de la entidad de control.
 
Sin embargo, las autoridades del  Isspol defienden la legitimidad de esas  operaciones. En un oficio de siete páginas, enviado a la Superintendencia de  Bancos, el director del Isspol, general David Proaño argumenta que la normativa  faculta al instituto para que “Los fondos  y las reservas de los seguros previsionales  que son administrados por este, puedan  y deban ser invertidos en operaciones  que garanticen la más alta rentabilidad y  fortalezcan su capitalización”.
 
“Desde 2015 el Isspol ha realizado  inversiones en derechos fiduciarios con  pacto de recompra, buscando diversificar el portafolio de inversiones y a la  vez conscientes de que los empresarios  y los emprendedores necesitan oportu nidades y nanciamiento a tiempo y en  mejores condiciones, a fin de propiciar  un trabajo de confianza y sinergia, fortaleciendo relaciones entre sector público y  privado, promoviendo la generación de  fuentes de empleo en el país y dinamizando la economía”, asegura el general
Proaño, en un oficio que a mediados de  febrero envió al ministro de Economía y  Finanzas, Richard Martínez. 
 
 
Especialistas del sector financiero  explican que las inversiones de recursos atados a seguridad social no pueden tener componentes de riesgo. “Si  el Isspol destinara recursos para préstamos a sus propios afiliados, recibiría  en quirografarios una tasa de 9,25 por  ciento, mientras que en hipotecarios  recibiría un 7,21 por ciento, por tanto,  los mismos afiliados constituyen una  inversión más segura”, coinciden tres  entrevistados.
 
Unos 70 mil policías –50 mil en servicio activo y 20 mil retirados– dependen de las prestaciones del Isspol, estas  incluyen el otorgamiento de préstamos  y la atención en salud. Los uniformados  activos aportan un porcentaje de su ingreso mensual para sostener el sistema.  El Gobierno asigna otro valor.
 
Por cada dos contribuyentes en servicio activo hay un pasivo (en retiro). Los  fondos de cesantía tienen un manejo independiente, administrado por un fondo  al que los policías aportan durante sus  años de servicio activo, al cual se suma  una contribución gubernamental.  Según la ministra del Interior, María Paula Romo, “A través de mi delegado  (en el directorio del Isspol) insistimos en  la necesidad de hacer estas revisiones.
 
Conocí el informe y anuncié una reunión  con el Consejo de Generales, pues quiero  que todos estén enterados de lo que se  encontró y de las decisiones a tomar”.  La actual ministra asumió funciones  en septiembre de 2018, con una promesa  de reinstitucionalizar la Policía. Revisar  las decisiones que afectan la seguridad  social debe ser uno de los cambios. 

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