La noruega Merete Hodne será juzgada esta semana por rechazar a una cliente musulmana que llevaba hijab y se enfrenta a una pena máxima de seis meses de cárcel. Los hechos sucedieron cuando Malika Bayan, de 24 años, entró en un salón de peluquería de Bryne, una pequeña población del suroeste de Noruega, a preguntar el precio por hacerse unos reflejos. Según la denuncia, la propietaria del local, indicó a la joven que tenía que buscar otro salón porque no aceptaba clientes como ella.
La policía multó a Hodne con 870 euros por discriminación religiosa, una multa que se ha negado a pagar por lo que ha sido llevada a los tribunales, seg{un publica el sitio ABC de España. En su defensa, la peluquera alega que su salón es unisex y que no habría podido atender a clientes masculinos si una joven musulmana estaba en su establecimiento mostrando el cabello, lo que también habría sido discriminatorio.
Además, explicó a la televisión noruega que tiene miedo del símbolo totalitario del hijab. Para Hodne, "la ideología del islam es la del diablo" y comparó el hijab con la esvástica nazi. Los medios de comunicación noruegosdescribieron a Hodne como una activista cercana a movimientos islamófobos, aunque ella no se considera racista sino una persona que lucha contra el islamismo en Europa.
Por su parte, Bayan declaró a la misma cadena de televisión que se sintió humillada. "Es inquietante que trate a la gente así en un país libre. Habla de que el Islam humilla a las mujeres, pero es ella la que me humilló a mí".
En caso de salir condenada, la peluquera ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.