Este sábado 29 vence el plazo para que las micro y pequeñas empresas coloquen las etiquetas tipo semáforo en sus productos alimenticios.
Édison Romo, presidente del sector alimenticio de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, explica cómo este sector se ha adaptado a esta medida.
“Para las Pymes es complicado porque hay que mandar a hacer lotes grandes de producción en lo que a etiquetas se refiere, entonces, mucha de esa inversión se va a perder, a pesar de que se flexibilizó la normativa de etiquetado y ahora podemos pegar un adhesivo en la parte posterior, por ejemplo donde está la información nutricional”.
Sin embargo, dice que es posible que por un tiempo los productos con etiquetas antiguas y nuevas convivan en la percha: “Porque hay productos que se procesaron antes de que exista la ley y la misma no tiene carácter de retroactivo”.
Las etiquetas tipo semáforo alertan al consumidor sobre los niveles de azúcar, grasa y sal de los alimentos.
Según Romo, el porcentaje de alimentos que ya cuenta con el nuevo etiquetado, y que lo producen micro y pequeñas empresas, bordearía el 100%.
Uno de los objetivos de la implementación de las nuevas etiquetas es reducir los índices de obesidad y sobrepeso en el país.